La Real Sociedad no pasó del empate en La Nucía contra el Levante. Los 29 grados debieron afectar a Imanol en el descanso, ya que después de una gran primera parte, el oriotarra cambió de sistema en la reanudación y el equipo se vino incomprensiblemente abajo.
Estaba siendo el mejor partido de los blanquiazules desde el confinamiento, pero pasar a defensa de tres fue un error. Los guipuzcoanos dejaron de generar fútbol y consiguieron un empate y gracias. Era una buena ocasión para afianzarse arriba teniendo en cuenta lo que viene ahora en el calendario, pero cosas de entrenadores.
Fue una buena primera parte. Lástima del despiste gordo en defensa que permitió al Levante UD empatar a los cuatro minutos del gol de Isak en el primer tiempo, porque los txuri urdin estaban jugando los mejores minutos post COVID. Una pena no haber sostenido la ventaja más tiempo, ya que los locales habrían tenido que cambiar su idea de juego y se hubieran tenido que abrir más dejando así más huecos que podrían aprovechar los hombres de ataque de la Real, sobre todo con un Alexander Isak que ha 'vuelto', y eso es una noticia magnífica para afrontar las tres jornadas que restan. El gol en La Nucía fue una obra de arte.
La segunda parte fue otra historia. Imanol cambió de dibujo sorprendentemente porque el equipo estaba funcionando, y la Real perdió el mediocampo. Pasó del 4-3-3 al 5-3-2 y desaparecieron las ocasiones. Con el cambio de sistema los txuri urdin dejaron de generar y se convirtieron en el equipo flojo visto en jornadas anteriores. El marcador no se movió y el reparto de puntos no dejó satisfechos ni a unos ni otros, aunque era la Real la más necesitada.
Los guipuzcoanos terminan la jornada 34 con 51 puntos en la séptima posición, pero con la sensación de que se dejó escapar vivo un partido que pintaba muy bien en los primeros 45 minutos. Decisiones incomprensibles que, al menos, no costaron excesivamente caro. Difícil de entender.
La Real y el Levante salieron con su dibujo habitual. El 4-3-3 de los txuri urdin frente al 4-2-2 de los locales, que de primeras parecía que presionaban un poco más arriba de lo habitual.
A los dos minutos del encuentro hubo una buena llegada de los de Imanol Alguacil, después de que Aihen recibiera un buen balón de Oyarzabal, pero el centro del de Etxauri lo despejó Aitor Fernández; la pena es que no había nadie en esa zona del área para recoger el rechace. En la siguiente jugada el Levante forzó córner, el primero del partido, que se botó sin consecuencias.
Los de Paco López concedían pocos metros, sin embargo el equipo estaba dejando buenas sensaciones de inicio imprimiendo un poco más de velocidad a la circulación del esférico respecto a otros partidos. Los dos conjuntos querían adueñarse de la pelota, pero ninguno terminaba por imponerse.
Hasta que llegó la delicatessen de Alexander Isak en el minuto 11. Mamma mía qué golazo. Portu peleó por un balón con Vezo que pidió falta que no apreció el colegiado, Oyarzabal la centra desde la izquierda y el sueco remató de espuela para sorprender a Aitor. Golazo. Muchas papeletas para ser el gol de la jornada. Una obra de arte.
Solo dos minutos del 0-1 el Levante botó una falta peligrosa por la que Zubimendi vio amarilla y que la Real resolvió sin problema, pero en el 15' Morales no perdonó y logró el 1-1 al batir por bajo a Moyá. La alegría txuri urdin apenas había durado cuatro minutos. Importante mantener la cabeza fría y no venirse abajo.
Esa impresión daba, porque los guipuzcoanos comenzaron a dominar. Y eso que Portu falló en el 20' un gol que parecía cantado. Una jugada 'Abreu' en la que lo más difícil es tirarla fuera. Casi estábamos celebrando ya el 1-2 que parecía clarísimo, cuando el murciano, que de nuevo había recibido un pase magistral de Isak al hueco que le dejó solo, tiró el balón por encima del larguero cuando estaba solo ante el portero que ya estaba vendido.
Qué pena que los txuri urdin no estuvieran aprovechando esas ocasiones porque se estaba viendo a una buena Real, con más llegada y dominadora. Los mejores minutos desde la vuelta de la competición. Odegaard probó fortuna desde fuera del área pero despejó sin problemas Aitor. Las segundas jugadas estaban siendo para los realistas, señal de que el equipo estaba muy metido en el partido.
Tras la pausa de hidratación dio la impresión de que el Levante había dado un paso atrás, lo que hizo que la posesión de los de Imanol aún fuera mayor. Un segundo gol antes del descanso sería importantísimo para encarar los segundos 45 minutos. Lo intentó Odegaard al filo del final de la primera parte, pero su disparo se marchó desviado por poco. El marcador no se volvió a mover y se alcanzó el túnel de vestuarios con el 1-1. Una pena teniendo en cuenta que la Real había completado una gran primera parte, en la que había tenido ocasiones para haber anotado algún gol más, y en la que sin embargo había visto como los locales habían empatado solo cuatro minutos después del gol de Isak. Todo por resolverse en el segundo tiempo.
La segunda parte arrancó sin cambios en ninguno de los dos equipos. La reanudación no había comenzado con el ritmo de la primera ni con las aproximaciones de las que había dispuesto pronto la Real en el primer tiempo.
Antes de los diez minutos, Imanol Alguacil sorprendió con dos cambios que supusieron un cambio de dibujo. Retiró del terreno de juego a Zubimendi y Odegaard, para dar entrada a Zubeldia y Llorente. Los txuri urdin pasaron a tener defensa de tres dejando a Portu e Isak más adelantados, y con el objetivo claro de tratar de explotar las bandas.
El Levante no había cambiado, sin embargo el cambio táctico en la Real había hecho que se metieran un poco más en el partido, aunque sin generar excesivo daño. El problema de los realistas es que estaban comenzando a perder el centro del campo, y la verticalidad se estaba imponiendo a la circulación.
En el 74' el susto se metió en el cuerpo de los txuri urdin, cuando el Levante estuvo a punto de remontar en una jugada enrevesada en el área pequeña, que sacó con los pies Moyá. Muy importante la experiencia del balear en esta fase final del campeonato.
No lograba encontrarse la Real en esta segunda parte. El cambio de sistema no estaba surtiendo efecto, de hecho había empobrecido a los txuri urdin, y la sensación de poder encajar gol comenzaba a generar muchos nervios. Monreal y Willian José por Aihen e Isak fueron los últimos cambios que apenas aportaron nada.
La única ocasión que tuvieron los realistas fue mediante un lanzamiento de falta de Merino que se marchó muy desviado. La primera parte no dio para más, y dio la sensación de que la Real dejó escapar dos puntos que parecían cerca en el descanso tras una gran primera parte. Los txuri urdin terminan séptimos con 51 puntos al término de la jornada 34.
La Real Sociedad volverá a jugar el próximo viernes, 10 de julio. Será el encuentro correspondiente a la jornada 35 de LaLiga Santander, y medirá a los txuri urdin contra el Granada CF en el Reale Arena.
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