Hay un refrán muy conocido que dice: 'nadie es profeta en su tierra', aludiendo a lo complicado que es tener el reconocimiento en el lugar donde ha nacido una persona. Afortunadamente ese dicho no siempre se cumple, y un ejemplo es lo que ha sucedido con Imanol Alguacil, el técnico oriotarra de la Real.
Y es que la exitosa temporada de la Real Sociedad, finalista de Copa y sexta clasificada en LaLiga Santander, lleva el nombre propio de su entrenador, Imanol Alguacil, quien, en su primera temporada completa al frente del equipo se ha convertido en el primer técnico guipuzcoano que lleva al club donostiarra a Europa desde 1990.
El viejo sueño del presidente, Jokin Aperribay, de que la nave blanquiazul pudiera ser dirigida con éxito por un entrenador de la casa, ambición frustrada en poco tiempo en el último intento con Jagoba Arrasate, se ha consolidado ahora con un líder del banquillo que se ha ganado a la afición con su carisma y sobre todo, por el buen fútbol desarrollado esta temporada.
El último técnico guipuzcoano que lo había conseguido antes que él fue en la temporada 89/90, Marco Antonio Boronat, quien dejó el club un año después, tras completar una temporada que no satisfizo al Consejo de Administración. Desde entonces los éxitos continentales llevaban nombre de técnicos extranjeros (Bernd Krauss, Raynald Denoueix o Philippe Montanier) y también el de Eusebio Sacristán, la última vez que la Real jugó la Liga Europa.
Un entrenador vizcaíno, procedente de la cantera de Zubieta, Jagoba Arrasate, lo había logrado también antes que Sacristán, aunque, como séptimos clasificados, los donostiarras cayeron en la última ronda previa a una fase de grupos que ahora, con Imanol, sí disputará, asegurándose al menos seis partidos y una buena inyección económica que vendrá de perlas a la tesorería blanquiazul.
Los números de Alguacil, por otro lado, son realmente positivos en sus dos etapas al frente del equipo txuriurdin, la primera cuando ejerció de preparador interino al ser cesado Sacristán, entre los meses de abril y mayo de 2018. El equipo estaba en una grave crisis de juego y resultados, el descenso estaba cerca y la reacción con Alguacil fue espectacular con cinco triunfos (entre ellos ante el Atlético y el Athletic), tres derrotas y un empate para tener un fin de temporada tranquilo.
Su segunda etapa se inició cesando la Real precisamente a otro entrenador guipuzcoano, Asier Garitano, que dirigió partidos oficiales entre agosto y diciembre para dejar el club en las navidades de 2018 y nuevamente con el descenso a escasa distancia. Ocho victorias, siete empates y cinco derrotas hasta final de temporada permitieron a la Real incluso tener opciones UEFA en su ultimo encuentro ante el Espanyol, partido que finalmente se llevó el equipo catalán.
La presente temporada es en la que mejor nota obtiene Imanol Alguacil: ha dejado a la Real en Europa y en la antesala de un título, el de Copa si gana al Athletic Club, que sería el primero en ingresar en la sala de trofeos del club desde 1987 en categoría masculina, todo ello con un label guipuzcoano que ha encandilado a la afición.
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