La Real Sociedad se medía al Levante en el Ciutat de Valencia con motivo de la jornada 14 de LaLiga Santander. Un encuentro que concluyó con una derrota por 2 a uno, en un disputado partido que se adelantó la Real, pero igualaron los locales al poco tiempo y en el tramo final llegó el golpe definitivo.
La mejor fórmula para olvidar una derrota, o una sucesión de partidos sin vencer es con una victoria. Con esa misma idea debió pensar Imanol que ordenó un paso adelante a sus jugadores desde el inicio. Con una presión alta y dominando el encuentro se presentó la Real en el Ciutat.
Gorosabel y Merquelanz fueron los primeros en probar el estado físico de Aitor, pero sus disparos se fueron arriba y a las manos del guardameta granota. La balanza se iba igualando con el paso de los minutos, pero la Real dio el primer zarpazo.
Una falta al borde del descanso le sacó oro Isak, con algo de fortuna, pero puso el primero en el luminoso del Ciutat de Valencia. La alegría duró poco, ya que los locales consiguieron igualar el encuentro. El equipo de Imanol consiguió lo más difícil que era adelantarse, pero esa fuerza y el arranque le duró poco. Partido igualado al descanso.
El guion tras el paso por los vestuarios volvió a tornarse blanquiazul. La charla de Imanol hizo que los jugadores volvieran a dar ese paso adelante en la presión y a volver a hacerse con el balón. Algo con lo que se siente cómodo, pero no tenido la chispa de otras ocasiones.
Como ocurriese en la primera parte, el Levante no se amedrentó y cogió el testigo del partido. Remiro salvó a los suyos con una gran mano ante Morales. El encuentro se iba sucediendo con la Real sin saber como hacer daño a su rival. En las jugadas a balón parado llegaba las mejores ocasiones realistas, con un Zubeldia que parecía que tenía alma de delantero.
Los cambios de Imanol no terminaba de influir su idea y eran más para guardar la posición y el punto que otra cosa. Las mejores ocasiones llegaban de sus zagueros. En el tramo final apretó un poco más para intentar ganar el partido, pero se topó con un buen Aitor.
Cuando parecía que el empate iba a llegar, un error defensivo hizo decaer el castillo de naipes. De Frutos se coló entre Gorosabel y Zubeldia y volteó el marcador.