La Real Sociedad de Imanol Alguacil tiene varios líderes futbolísticos: desde Mikel Merino a David Silva, pasando por Robin Le Normand o Alexander Isak. Sin embargo, es innegable que Mikel Oyarzabal es el jugador franquicia del equipo. Formado en la cantera de Zubieta, el club está viviendo un crecimiento exponencial desde su debut en 2015. De su mano, el conjunto txuri urdin se ha clasificado en dos ocasiones a la UEFA Europa League, a una final de Copa del Rey y se ha asentado en la zona alta de la tabla.
El extremo eibartarra quiere seguir creciendo de la mano del equipo de su vida. Así lo ha dejado claro en el programa 'Universo Valdano' de #Vamos.
"Me siento un afortunado de poder estar donde estoy ahora. Tengo que dar las gracias de nuevo a todos los que se han cruzado en mi camino para poder darme su granito de arena y ser ahora quien soy. Para mí ahora mismo la Real lo es todo: mi casa, donde quiero estar, sintiéndome querido y valorado por todo el mundo; querido por la afición y por todos. Voy a hacer todo lo que esté en mis manos para que este club crezca conmigo", afirma.
Un crecimiento que el propio jugador ha experimentado en sus carnes en los últimos años "no solo en el campo, sino a nivel de club, institucional y a nivel social". Algo que es "de valorar en la situación que estamos ahora", según Oyarzabal, porque "se está haciendo un trabajo fabuloso, empezando por el presidente hasta el último trabajador del club".
Clave en la estrategia y en el crecimiento del club es el trabajo en Zubieta, del que Oyarzabal es uno de los máximos exponentes. En su opinión, es algo necesario "para que un club como la Real funcione".
Y añade: "Para mí lo más importante es que Zubieta siga dando los frutos que está dando ahora y que ha dado siempre. En el momento en el que eso no funcione o deje de existir, la Real lo va a notar. Hay que seguir insistiendo en el trabajo que se hace allí porque es la mayor fuente que tiene la Real, la cantera".
Pese a haber nacido en Eibar, cree que San Sebastián es el lugar "idóneo para crecer y ser futbolista". "Es una ciudad magnífica, con gente maravillosa y con un ambiente idóneo para todos. Tanto para los que somos de aquí como para los que vienen de fuera y luego sienten la Real como los que somos de aquí", admite.