El Málaga CF continúa invicto como local al ganar a la Real Sociedad B por 2-1, tras remontar un encuentro que empezó perdiendo con el gol de Sangalli. Un partido correspondiente a la jornada 14 de LaLiga SmartBank. Antoñín las dos asistencias para que el delantero Roberto Fernández y el centrocampista Paulino de la Fuente remataran la victoria sobre el Sanse.
El conjunto malagueño, con cinco cambios en la alineación titular, salió dormido, sin actitud, ante un equipo como el filial donostiarra, con desparpajo, sin presión, que inquietó desde el primer minuto el área malaguista con transiciones rápidas por ambas bandas.
Y solo habían pasado siete minutos cuando un saque de esquina fue aprovechado, tras un error defensivo, por el centrocampista Sangalli, que de cabeza adelantó a la Real Sociedad B, dejando frío, como el día, a los malaguistas.
El partido empezaba movido, con ritmo, sobre todo de los visitantes, aunque no les duró mucho la alegría porque, dos minutos después, una jugada por la izquierda del centrocampista Antoñín, que se va por velocidad de su par, y el centro lo remató de cabeza el delantero Roberto Fernández con un cabezazo impecable que entró por toda la escuadra.
El enfrentamiento era dinámico, intenso, con un Málaga todavía recuperándose del susto y algo cabizbajo y una Real Sociedad B, que ni se asustó por el golpe ofrecido por los blanquiazules, siguió su plan de partido, al ataque, ofensivo y sin excesivas lagunas, a pesar de padecer un contratiempo con la lesión del central Arrambarri, que fue sustituido en el minuto 16 por Gabilondo.
El Málaga buscaba dormir el encuentro y romper el dominio donostiarra con contragolpes llevados por la izquierda por Antoñín, dispuesto a ser el jugador notable que necesitaba el conjunto malagueño. Suya fue la asistencia, con otro centro, que aprovechó el centrocampista Paulino para salvar el fuera de juego y adelantarse a la defensa y al guardameta Ayesa para marcar el segundo gol y darle la vuelta al marcador en el minuto 29.
Los mejores minutos del Málaga llegaron tras el segundo gol, aunque un fallo del central Juande Rivas, quien quiso regatear al delantero Magunazelaia, que solo delante del guardameta Dani Martín lanzó el balón fuera, pudo desestabilizar de nuevo el marcador. La Real Sociedad B no se descompuso y era digno de elogio. Los jugadores se despreocupaban del resultado negativo y seguían con su plan ofensivo, eso sí, trastocado por la bisoñez de la defensa, que posibilitó los dos goles malaguistas.
El trazado en la segunda parte era similar, aunque la Real Sociedad B ya no puso tanto énfasis como en los primeros 45 minutos y bajó el pistón, y el Málaga con el mismo planteamiento y más control, buscaba sentenciar un duelo, vistoso para el espectador y lleno de opciones para los dos equipos.