Adrián Lapeña (Logroño, 1996) salió de la siempre prolífica cantera de la Real Sociedad. El central riojano se ha adueñado de la zaga del Deportivo demostrando la seguridad, la calidad y la templanza necesarias para que el deportivismo respire tranquilo ante las llegadas de los rivales al área.
En una charla en ElDesmarque, el jugador ha querido resaltar el crecimiento de esa cantera y hasta donde ha llegado ahora. Así ve la temporada tanto de la Real Sociedad, como del Sanse: "Es fantástica. Yo cuando me fui ya habían empezado a poner unas bases muy buenas en el club. Creo que llevan tiempo haciendo las cosas bien. Todo proceso de cambio lleva un tiempo y creo que están recogiendo ahora lo que sembraron y todavía no han tocado techo. Tienen mucho margen de mejora y tiene muy buena pinta el proyecto".
También opina sobre el campeonato de LaLiga Santander y como se está desarrollando: "Sí, al final tener una liga que es un monopolio de dos equipos devalúa un poco la competición porque pierdes el aliciente por poder hacer algo bonito en Liga. Ver más equipos en la pelea por el título siempre es bonito y, al final, también en las demás categorías es pensar en un aliciente de '¿por qué yo no?'".
Hasta hace dos temporadas, a Adrián Lapeña apenas le iluminaban los focos. Formó parte de una generación de oro en la que todos los aplausos premiaban a los Odriozola, Guridi, Ander Guevara, Bautista, Le Normand, Merquelanz o Gorosabel. En el 2014, entre uno y otros llevaron por tercera vez a la Real Sociedad a una final de la Copa de Campeones juvenil.