En la tarde de ayer domingo se vivieron muchas emociones en el Reale Arena. El final de la temporada con el billete para Champions League ya conseguido, la despedida de Illarramendi, el traspaso de brazalete a Mikel Oyarzabal... y algo menos esperado. El mutrikuarra dio en herencia su dorsal... y quien lo recibió fue Martin Zubimendi.
Toda una declaración de intenciones. El nombre del canterano de la Real Sociedad ha sonado con fuerza en las últimas semanas por la insistencia fuerte desde Barcelona en que Xavi Hernández lo quiere como relevo de Busquets. Pese a las múltiples ocasiones en las que Zubimendi ha repetido lo feliz que está "en el club de mi vida" y su deseo de jugar Champions League con la Real, la insistencia porque fiche como azulgrana no cesa.
Pero Imanol Alguacil fue claro recientemente al explicar que el futbolista sólo pensaba en txuri urdin, y el presidente, Jokin Aperribay, también se mostró tranquilo respecto a este interés. Pero ayer llegó la respuesta más contundente desde el césped del Reale Arena: Illarramendi cogió una camiseta con el '4' a la espalda y se la entregó a Zubimendi. Los dos se abrazaron, y mostraron la elástica a la grada.
En Barcelona ya comienzan a sonar con fuerza otros nombres como el de Rubén Navas. A ver si ya por fin se convencen de una vez.