Los recuerdos de la Champions de Aitor López Rekarte: "Se me ponía la carne de gallina"

Cuando los futbolistas de la actual plantilla de la Real Sociedad destacan un momento que les haga especial ilusión vivir en la Champions League de la próxima temporada, la mayoría coinciden en el del himno en el círculo central justo antes de empezar un partido. Aitor López Rekarte también nos contó en ElDesmarque Gipuzkoa qué se siente jugando esta competición y cuál es la mejor manera de afrontarla.

*Puedes ver esta segunda parte de la entrevista (2/3) en el vídeo de la parte superior de la noticia.

- Clasificación Champions: diez años después. ¿Qué supone para un futbolista, sobre todo si es de 'casa', jugar la máxima competición europea?

- Yo recuerdo la melodía de la Champions y me vienen muchísimos recuerdos, incluso se me ponía la carne de gallina. No hablamos sólo de lo técnico, los jugadores, etc., lo emocional es también súper importante. Esa motivación que te da el hecho de jugar una competición que hoy en día es TOP ya no a nivel europeo, sino a nivel mundial. Eso hace que los jugadores también tengan ese hambre para poder seguir creyendo en proyectos, en personas, en cosas, porque a veces no es fácil ya que hay muchas etapas durante la temporada en las que va a haber altibajos y a veces te tienes que engancharse en este tipo de competiciones para seguir dando tu máximo. Creo que hoy en día los jugadores de la Real Sociedad están demostrando que son capaces de adaptarse, que son partícipes en el proyecto, y que tienen la suerte además de poder competir en competiciones con una resonancia a nivel mundial muy grande.

- Clasificarse para jugar una competición Champions también es importante a la hora de lograr que jugadores importantes apuesten por un proyecto y no duden a la hora de renovar.

- Eso es un reclamo, pero no lo es todo. Por ejemplo está el caso de Illarramendi,  que es un jugador que ha participado en dos de las clasificaciones de la Real Sociedad para Champions, y luego no ha participado en ninguna de las dos. En este último caso además fue una decisión personal de buscar otro rumbo y otros caminos. Pero sí que es verdad que el hecho de que la Real esté jugando Champions, además de tener muchísima resonancia, hace que el jugador tenga ese extra de motivación. Eso es importantísimo.

- Cuando hablas con los jugadores destacan que tienen ganas de escuchar el himno de la Champions. ¿Qué recuerdos especiales tienes tú de la competición?

- Esa es una parte que yo recuerdo dentro de lo que pudimos vivir en nuestra época de algo que era como inaudito, el hecho de que una Real Sociedad que venía prácticamente de pelear por el descenso luego se clasificara para Champions, para mí fue un hito. Luego tocas varias cosas, un poco el hecho de competir contra los mejores de Europa, que eso ya es un aliciente motivacional muy importante, y a partir de aquí ya es la motivación personal que tenga cada uno de nosotros. A veces al jugador lo enfocamos desde el punto de vista de que la Champions tiene que motivarle aún más, y en lo que tenemos que ahondar un poco es en que el jugador poco a poco vaya mirando dentro cuál es su punto de motivación, de automotivación, independientemente de por qué esté peleando su equipo y así poder dar su máximo.

- Se habla mucho del 'ir a disfrutar - ir a competir'. Ambas opciones son viables...

- Y para mí también es uno de los escenarios donde creo que el hecho de que tanto jugador como afición puedan unirse tiene su aporte y su valor diferencial. Deberíamos enfocarlo muchas veces desde el punto de vista de que estas competiciones son para disfrutar, pero tienen un componente de responsabilidad o de compromiso y de ganas de hacerlo bien, que a veces hacen que no se disfrute o reluzca de alguna manera. El hecho de que este tipo de competición pueda juntar en viajes a gente que viaja fuera para estar con los jugadores me parece también muy interesante.

- También existe cierto temor a que la exigencia de la Champions pueda pasar factura física al equipo durante la temporada.

- Así como en nuestra época probablemente pillaba un poco a desmano desde el punto de vista que las planificaciones no estaban orientadas a competir tanto o en tantas competiciones, y tan exigentes, hoy en día se tiene en cuenta todo eso. A partir de esas premisas yo creo que tanto el staff como la estructura está sobradamente preparada con profesionales para que estén pensando no tanto en entrenar para competir, sino desde esa competición, prácticamente hacer un entrenamiento. Todo ha cambiado muchísimo desde nuestra época, y a partir de ahí evidentemente total confianza. Hay grandísimos profesiones que se dedican por y para, y que están sobradamente capacitados para aportar lo máximo a los jugadores que son luego los que salen al terreno de juego.