Orri Oskarsson entró en la segunda parte del partido entre la Real Sociedad y el Valencia CF, correspondiente a la octava jornada de LALIGA EA SPORTS. El ariete islandés, uno de los mejor puntuados del duelo, logró abrir la veda y estrenarse como goleador en su sexta participación con la camiseta txuri urdin. Un tanto que logró remachar con otro más en el descuento del encuentro. A sus 20 años, el fichaje más caro de la historia del club (junto a Sadiq Umar) ha conseguido su primer doblete en apenas 180 minutos jugados en total. Habiendo sido titular tan solo una vez y en dos maniobras de delantero puro. Fueron el segundo y el tercer tanto del encuentro, en el que aprovechó sendos contragolpes que tuvieron a Sergio Gómez como el catalizador.
El ariete entró en el minuto 61. El primer tanto llegó veinte minutos después, tras un despeje de la zaga txuri urdin. Sergio Gómez, con pierna derecha, logró controlar el balón, quedando franco para el pase en profundidad con su pierna izquierda. Este buscó a Brais Méndez, que enfiló hacia la portería rival sin pensarlo por un segundo. Ahí, Orri Oskarsson supo aislarse de la jugada, quedarse en el segundo palo y desmarcarse a una distancia prudencial del defensor del Valencia. Fue entonces cuando el mediapunta vigués, con su prodigiosa bota izquierda, puso el balón en el segundo palo. Allí aparecía el islandés para empujar, con su pierna derecha, el balón hacia el fondo de la portería valencianista.
Esto sucedió en el minuto 80. Sin embargo, apenas diez minutos después, en el descuento del partido, volvería a aparecer. Y es que Jon Magunazelaia robó un balón en el centro del campo y, rápidamente, sirvió en profundidad para Sergio Gómez, en zafarrancho de combate. El extremo condujo hacia portería rival y, ante la salida del portero, sirvió para Orri Oskarsson, quien, mientras era derribado, colocó su bota izquierda para volver a marcar a placer. Su celebración, a lo Ronaldinho Gaúcho, hizo las delicias del Reale Arena.
No cabe duda de que el futbolista aún necesita su período de adaptación. Aún le queda mucho por aprender y para asentarse en el juego colectivo del equipo. Sin embargo, con goles todo es siempre mucho más fácil.