Llegó el día. La Real Sociedad homenajeó a Imanol Alguacil con la máxima distinción posible. El todavía técnico realista recibió la insignia de oro y brillantes del club. El oriotarra, tras confirmar su adiós, pidió a Jokin Aperribay aplazar su baño de masas ante la afición cuando lo deportivo no primase. Tras quedarse sin opciones europeas, la entidad donostiarra ha entendido que el duelo ante el Girona de este domingo era el mejor escenario posible.
Un sector del Reale Arena desplegó un tifo de Imanol Alguacil que hacía alusión a su icónica celebración, con bufanda txuri urdin en mano, en la sala de prensa del Estadio de La Cartuja.
El presidente, con las plantillas de ambos equipos en pie y todo el estadio aplaudiendo, otorgó la insignia de oro y brillantes a Imanol. Anoeta al unísono vitoreó al técnico: "Imanol, Imanol".
Tan solo veinte minutos antes de producirse el citado acto, Imanol Alguacil atendió a los micrófonos de Movistar Plus en el Reale Arena. El oriotarra no pudo ocultar sus emociones: "Sensaciones ambiguas. Por una parte con ganas de que pase porque no me gusta ser protagonista y por otra que no llegue el momento porque significa que no seré más entrenador de la Real Sociedad".
El técnico recordó su recorrido por el club txuri urdin: "Te puedes imaginar. Esta es la octava temporada que llevo con el equipo. Con muchos de los jugadores que hoy están en la plantilla llevo más de once años porque he estado con ellos en el filial. He conocido a sus novias y ahora son mujeres y con hijos".
Por último, Imanol reconoció que se marcha de la Real con dos espinas clavadas: "Bueno, eso sí. Esta temporada, sobre todo el volver a dejar a la Real Sociedad en Europa. Y sobre todo, la famosa final de Copa del Rey que no pudimos jugar con los aficionados. Una la conseguimos, pero no pudimos disfrutarla con ellos y en dos temporadas nos quedamos a las puertas. Esa espinita se me queda ahí clavada, sí".