Miguel Ángel Portugal, entrenador del Real Valladolid, se mostraba contrariado en rueda de prensa después de perder como local por segunda vez consecutiva: "Ha sido un paso atrás; no me lo esperaba. Hay que levantarse de esta derrota. Quedan dos partidos antes de Navidad y hay que afrontarlos e ir a por ellos". El técnico no quería ver más allá de los próximos encuentros: "No miro a los puestos de descenso, solo al siguiente partido, nada más. Esto es ganar, ganar y ganar. Las palabras se las lleva el viento".
El mister intentó dar continuidad al once titular que disputaba un buen partido en el Ángel Carro: "Queríamos salir jugando desde atrás y pensé que la dupla Hermoso-Juanpe era interesante, pero hoy no ha salido como en Lugo".
El burgalés analizaba el desarrollo del choque: "En el primer tiempo no estuvimos mal y en la primera fase del segundo también empezamos muy bien. Sin embargo, a partir del gol nos pesó otra vez el partido. Hemos conseguido marcar muy pronto y hemos perdido el control. Hemos intentado volver a cogerlo con el cambio de André Leao, pero se nota que el Alavés es un equipo bien armado y poderoso que está arriba por algo".
Las sustituciones realizadas no surtían efecto: "Cuando uno hace los cambios, piensa que es para el beneficio del equipo. Óscar y Alfaro son muy importantes para nosotros. A los buenos jugadores me gustaría tenerles siempre en el terreno de juego, pero no han tenido continuidad por sus respectivas lesiones".
Al igual que en Lugo, Portugal volvía a hacer referencia a la flagrante falta de puntería que tiene el equipo: "Hemos pasado por fases. Ha habido momentos en que el Alavés se ha sentido superior en el terreno de juego y otras fases en que nosotros hemos estado cómodos. Hemos triangulado, hemos llegado, pero tenemos un problema en la definición. Nos ha faltado esa finura y esa calidad a la hora de finalizar. Hemos llegado por bandas bastante bien, pero nos falta ese remate final, ese instinto de matador arriba".
Como viene siendo habitual en muchos de los partidos disputados en el Estadio Zorrilla, los minutos finales del Real Valladolid volvían a desarrollarse en su propia área: "Al final solo hemos tenido ramalazos en contadas ocasiones, pero más por instinto que por el fútbol que a mí me gustaría que hiciéramos".