Después de mucho tiempo, el Real Valladolid vivirá una semana tranquila, al menos en lo que a comités se refiere. La derrota ante el Alavés estuvo exenta de polémica arbitral, como reconocía en zona mixta el propio presidente del club, Carlos Suárez, al término del encuentro: "No quiero hacer valoraciones en caliente, pero la verdad es que ha sido un poco desastroso. Hoy no hay excusas por el árbitro". A pesar de que ambos conjuntos eran los más amonestados de la Liga Adelante, el partido no tuvo excesivas complicaciones para Figueroa Vázquez, que tan solo mostró una tarjeta a los locales (al goleador Juan Villar) y tres a los vitorianos (Juli, Manu García y Carpio).
Una vez que los diferentes comités denegaran los últimos recursos presentados por la entidad pucelana (amarilla a Hermoso en Zaragoza, expulsión de Marcelo Silva ante Osasuna y duro castigo a Mojica tras el encuentro del Ángel Carro), el máximo mandatario del club blanquivioleta reconocía días atrás tener dudas ante la posibilidad de recurrir otra sanción. Lo cierto es que tan solo en una ocasión en esta temporada el Real Valladolid veía como le daban la razón. Eso sí, hay que remontarse a la jornada inaugural, cuando era retirada la amonestación que Juan Villar veía en el encuentro disputado en Córdoba.