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"Me voy decepcionado de mi equipo"

Ángel Velasco B.

Triste, decepcionado y buscando un lugar en el que esconderse. Miguel Ángel Portugal comparecía en la sala de prensa de Butarque con la triste sensación de que su equipo no había estado a la altura en ninguna circunstancia. Ni en juego, ni en personalidad y, sobre todo, en reacción. El Real Valladolid estuvo superado y perdió contundentemente (4-0) ante un rival que sí supo leer lo que tenía que hacer.

 
"Como la afición me siento decepcionado por lo ocurrido", decía Miguel Ángel Portugal en una de sus primeras contestaciones en Leganés. El burgalés no se explicaba el por qué de esta imagen y no encontraba explicación a la mala respuesta del equipo ante el primer gol pepinero. "Será que nos falta carácter y personalidad", explicaba un Miguel Ángel Portugal dolorido y que llegaba al punto de no querer analizar al Leganés porque "bastante he tenido con sufrir lo que he tenido que vivir de mi equipo".

Cabeza fría

Tras un partido de tal calibre, Portugal era cuestionado por el futuro a corto plazo. Qué va a ocurrir con el Pucela y cómo lo va a afrontar el equipo. Portugal pedía unas horas. "Por mi cabeza pasa descansar, analizar y tener la cabeza fría", decía. Necesita un tiempo para ver todo con frialdad porque, como él afirmaba, "conmigo se ha conseguido devolver la ilusión pero llega un punto en el que hay que tomar decisiones con la cabeza fría", resumía.
"Tenemos que tener espíritu de saber de levantarnos" porque "cada vez que lo queremos hacer nos da un zarpazo", decía. Tal situación "es decepcionante" para el equipo y para un entrenador que afirmaba que "hemos sido muy pobres defensivamante". No hacía falta que él lo dijera. "Ocho goles seguidos fuera de casa", como él mismo afirmaba, demuestran que el equipo no está en el lugar que le corresponde o por el que debería luchar.
Aunque es cierto que "quedan nueve partidos y todo es posible", el primer análisis de Portugal pasaba porque "hay que ser fríos y analizar lo que ha ocurrido". Ha llegado el momento de solucionar los problemas de un equipo que "está triste y cabizbajo" tras esta derrota pero que, ahora, parece no tener solución. Su final parece estar llegando.
 
 

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