Es Noticia
RV Promesas
1-0
Peña Sport FC

Oro sobre la bocina

Jesús P. Baraja

Tras la gran victoria en Logroño en la pasada jornada, el Real Valladolid Promesas volvía a los Campos Anexos para enfrentarse al colista de la tabla. Una Peña Sport FC que quería aferrarse al milagro de la permanencia tras la victoria del último día. Y lo hacía el conjunto blanquivioleta sin jugadores importantes como Jose Arnaiz, Julio Iricibar o Cristian Moreno.

 

Soso primer acto

El partido no era nada atractivo. Los navarros evidenciaban el porqué de su clasificación y el filial se mostraba espeso. Los pucelanos no lograban conectar con la zona atacante. No pisaban área y no había ocasiones. Los visitantes, ante el escenario que se les planteaba, decidían dar un paso adelante y dejar un papel secundario para tomar el dominio y, con él, el papel protagonista. Primero, era un lanzamiento desviado de Samuel Cardo. Luego, una parada de Dani Hernández. Y, posteriormente, un tiro alto de Cristian Gilés que metía el miedo en el cuerpo a los locales.
El colista dominaba, se asomaba al área con peligro y Anuar Tuhami se desesperaba sin la pelota. Solo las internadas de Caye Quintana parecían inquietar a los azules que, en una de ellas, concedían un corner que acababa con un cabezazo desviado de Mario Robles. Una jugada que permitía al filial recuperar el control del choque.
Aunque Ángel García no se encontraba a gusto en su antigua posición de extremo, forzaba un nuevo corner. Mario volvía a hacerse fuerte en el salto pero, de nuevo, su cabezazo tomaba el rumbo equivocado. El Real Valladolid B, por fin, comenzaba a triangular y, aunque Caye Quintana estaba a punto de sorprender al meta Tanis Marcellán, el inoportuno descanso frenaba la progresión.

De menos a más

La segunda mitad comenzaba como la primera. El filial mandaba pero no conseguía crear oportunidades. Las numerosas faltas e interrupciones impedían ver algo de fútbol y Borja Jiménez, sin tiempo que perder, daba entrada a Higinio Marín en el lugar de Ángel para jugar con dos delanteros. Poco después, el murciano disponía de su primera ocasión en un remate de cabeza alto en un saque de esquina. Jorge Juliá también probaba con una falta lejana y Caye Quintana hacía lo propio con un tiro desde la frontal y otro en una contra que acababa en las manos del portero.
La consigna estaba clara. Había que tirar. Solo así podía llegar el gol. Pero, sin duda, la opción más clara la tenía Higinio. Un robo de Anuar en el centro del campo con gran pase para Caye Quintana acababa con un disparo fuera del delantero incorporado en invierno tras el pase de la muerte del onubense.

Higinio, la clave

El tanto y los tres puntos se resistían ante el colista, totalmente entregado, y empezaban a entrar las urgencias. A un cuarto de hora del final, el técnico local retiraba a Anuar e introducía al tercer delantero: Dani Vega. Nada cambiaba para la desesperación de un Borja Jiménez que corregía a sus jugadores una y otra vez. El propio Dani Vega parecía apurar la última oportunidad cuando, en tiempo de prolongación, Higinio resolvía un barullo en el área con un remate raso que se colaba en la portería de los de Tafalla.
Un gol que vale la cuarta victoria consecutiva y tres puntos vitales que alejan al Promesas definitivamente de la zona de descenso a falta de solo cinco jornadas para el final de la competición regular.

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