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Sin lucha no hay victoria

ElDesmarque

Este mismo viernes, en Albacete, un periodista le preguntó al técnico del conjunto manchego, César Ferrando, por los riesgos que suponía para su equipo enfrentarse a otro que no se jugaba nada. 46 puntos, seis por encima del descenso y diez de ventaja con el rival de este sábado en el Nuevo Estadio José Zorrilla. Si en tierras albaceteñas sueñan con la permanencia, como para no dar por salvado al Real Valladolid.

 
En Pucela hay un planteamiento completamente diferente. Un pensamiento frío, argumentado y justificado. Perder frente al Albacete Balompié acercaría al Real Valladolid a la Segunda División B. ¿Por qué? Sencillamente, porque el equipo que ahora dirige Alberto López lleva siete partidos sin ganar y la sensación actual es de incapacidad. Si pierde frente al penúltimo, lo lógico es que pierda también sus siguientes tres partidos, en los que se enfrentará a equipos que pelean por meterse en el play-off. Y el último, en casa y frente al Real Club Deportivo Mallorca, habría que ver en qué condiciones se jugaría.
El nerviosismo aumenta cuando uno comprueba los datos como local del Real Valladolid. No se trata de ser agorero, negativo o funesto. Se trata de ser realista y consciente de que el equipo se la juega frente al Albacete. Allí piensan que en Zorrilla se tomarán el duelo a pitorreo. Quizá no sepan que se han repartido más de 6.000 entradas, que el equipo ha estado apoyado con bengalas y pancartas en el último entrenamiento (una de ellas llevaba el título de esta previa) y que será recibido a la llegada del autobús. Toda una final por la permanencia.
El partido llega tras calmarse los ánimos en una semana en la que el corazón rivaliza con la cabeza y divide sentimientos. El cabreo con los futbolistas duró hasta el martes, lo que tardó la parroquia blanquivioleta en darse cuenta que el futuro del club está en sus manos. O, mejor dicho, en sus pies. Son ellos los que tienen que ganar un partido y medio de los cinco que quedan por delante para, el año que viene, jugar en Segunda División. Sí, en Segunda. Lo que hace un año se planteaba como un fracaso, jugar el play-off, sería ahora el mayor de los placeres. Y hace dos años el Real Valladolid jugaba en Primera. Los pasos atrás no cesan y obligan a la reflexión.
Pero esta deberá llegar una vez esté todo el pescado vendido de la temporada. Alberto sigue enfocando con rareza el trabajo encomendado por Carlos Suárez. Ahora le da por dejar en la grada a sus dos escuderos de confianza, a los futbolistas con los que coincidió en Vitoria y que, de su mano, evitaron el descenso del Deportivo Alavés hace dos años. Guzmán Casaseca y Samuel Llorca fueron titulares a su llegada y se quedan fuera de la convocatoria, a la que vuelven Enzo Rennella y Manu del Moral. Rotaciones, que deben estar fundidos de tanto esfuerzo.
En fin, que Javi Chica tampoco está en la citación y esto despeja el panorama al menos en una posición, donde repetirá Javi Moyano. Habrá que ver dónde juegan Mario Hermoso y Johan Mojica, si lo hacen. Ni yendo de la mano a las elecciones sacarían una plaza en el once de la afición. El resto también genera dudas, y Alberto despeja pocas en los entrenamientos y cada vez menos en la sala de prensa.

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