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RC Celta B
4-2
RV Promesas

El Promesas despide la Liga con derrota

Jesús P. Baraja

No había nada en juego en el Campo Municipal de Barreiro y se notaba en el Real Valladolid Promesas. Los pucelanos pagaban caro su inicio somnoliento y en apenas diez minutos ya perdían por 2-0. Primero era el argentino Franco Fragapane quien encontraba las redes de Julio Iricibar y, en un abrir y cerrar de ojos, era el turno de David Goldar, que remachaba en boca de gol una asistencia del exblanquivioleta Guille Andrés.

 
Los visitantes despertaban enseguida con una ocasión de David Mayoral, pero era Nacho Porcar, titular en el lateral diestro, quien acortaba diferencias en el ecuador de la primera mitad. ¿Y en el otro costado? Problemas para una de las grandes novedades en el once de Borja Jiménez. Roberto Corral se las veía y se las deseaba con la banda derecha gallega, cuyas internadas desbordaban al juvenil con facilidad.
El choque entraba en minutos de tedio y decaía por momentos. Solo Anuar Tuhami, que volvía a jugar esta semana con el segundo equipo, parecía querer más, pero no había nada de tensión, nada que echarse a la boca y, sin remisión, se llegaba al descanso con 2-1 en el marcador.

Ángel, expulsado

Todo cambiaba al inicio del segundo acto. No se había cumplido el primer minuto cuando, Higinio Marín empataba el duelo tras un pase en profundidad. El 2-2 espoleaba a los vallisoletanos, mejor posicionados sobre el terreno de juego y llevando la manija tras la reanudación.
Los minutos pasaban y ambos equipos parecían firmar un pacto de no agresión. Solo la expulsión de Ángel García a veinte minutos del final variaba por completo el rumbo del partido y ponía de nuevo las cosas favorables para los celestes. Más si cabe con el segundo en la cuenta personal de Fragapane tras una jugada personal de Borja Fernández y otro tanto de Samuel Araújo que ponía el 4-2 definitivo.
Una derrota que no empaña la buena temporada del Real Valladolid B, que tras el cambio en el banquillo de Rubén Albés por Borja Jiménez supo reponerse y termina el curso con los deberes hechos, sabiendo que en la 2016/2017 volverá a actuar en la categoría de bronce del fútbol español, siempre y cuando se alejen los fantasmas existentes alrededor del primer equipo.

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