¿Quién es, realmente, Luis Miguel Sánchez?

Estabilidad. Este término tan necesario para la creación y afianzamiento de un proyecto de fútbol está apareciendo en las oficinas del Nuevo Estadio José Zorrilla. Tras una temporada para olvidar en todos los estamentos y niveles del club, los nuevos pasos del Real Valladolid que va a dirigir Paco Herrera generan seguridad a la par que sensatez. ¡Qué alivio!

 
Firmados, por tres temporadas, dos de las nuevas caras del proyecto como son Alberto Guitián e Isaac Becerra, Braulio Vázquez adquiere a Luis Miguel Sánchez, 'Luismi' (Puerto Serrano, 05/05/1992) por dos campañas. El jugador, procedente del Sevilla FC, llega para aportar fuerza y equilibrio a un centro del campo blanquivioleta sin casi efectivos, salvo por André Leão. Tal demarcación define la necesidad del club por rejuvenecer su plantilla. Para este nuevo proyecto que está diseñando el director deportivo del Pucela el equipo necesita la savia nueva que ofrece la juventud de jugadores con hambre y calidad como es el caso de este andaluz de 24 años recién cumplidos.

Jerezano en Sevilla 

La experiencia más reciente de este nuevo centrocampista del Real Valladolid se resume en dos partidos coperos con el primer equipo del Sevilla. Poco bagaje competitivo pero alto crecimiento deportivo tras entrenar de la mano de Unai Emery desde hace varios meses y con compañeros de zona y posición del nivel mundial de Grzegorz Krychowiak, Steven N'Zonzi, Vicente Iborra o Éver Banega.
Con ficha de primer equipo, Luismi forjó un crecimiento futbolístico durante la última temporada que le lleva ahora al Real Valladolid. Sin, tan siquiera, 200 minutos e juego, Paco Herrera aprueba la llegada de un jugador de 24 años que vivirá de blanquivioleta la oportunidad que esperaba y que puede marcar su carrera futbolística.
Forjado en las categorías inferiores del Sevilla, Luismi dio pasos firmes y seguros, como su juego y movilidad en el terreno de juego lo marcan, hasta debutar con el primer equipo hispalense. Sin suerte en ese último paso sevillista, Pucela le espera para confirmar esas sensaciones que, en gran parte, se vieron frenadas en noviembre del año 2012 con una fuerte lesión.

Más que una lesión

Hablar del nuevo jugador del Pucela es hacerlo de ese 11 de noviembre de 2012. Son sinónimos uno y otro. Hace casi cuatro años y durante un duelo de Segunda División B ante el Real Jaén, Luismi sufrió un encontronazo que le produjo una doble fractura craneal que le obligó a ser intervenido de urgencia tras llegar al hospital procedente del llamado Viejo Nervión, el campo del Sevilla Atlético.
Diversas operaciones le recuperaron de tal lesión pero, por el camino, quedaron muchos meses de duro trabajo y mentalización. Desde aquel duelo ante el equipo jienense y hasta su regreso transcurrieron casi siete meses de dura batalla del jugador por no dar su brazo a torcer. Quería volver a un terreno de juego y lo consiguió. Esta lesión forjó el pundonor, el carácter y el juego de un centrocampista de coraje que ahora se convierte en blanquivioleta.
Con más ganas de fútbol que nunca, 'volvió' a nacer hace cuatro años. Acepta el reto vallisoletano y lo hace con el convencimiento y la seguridad de estar al 100% de sus posibilidades. Con el aval de haber disputado 65 partidos tras aquella lesión Luismi luce con orgullo su protección en la cabeza ya que ésta es la única diferencia que se le ve en el terreno de juego.
Por el resto, su juego se define por el coraje, la fuerza y la personalidad para cubrir un estilo defensivo que le permite asumir tareas en campo propio y en el eje de la defensa. Con una estabilidad necesaria para la categoría, Luismi acepta el reto de dar un salto en su carrera. Un empujón definitivo, muy posiblemente.