Premio al descarte

Máxima expectación en Laguna de Duero ante el primer amistoso del Real Valladolid de Paco Herrera. Los aficionados blanquivioleta, que llenaban la grada del Estadio Municipal, querían olvidar el pasado y dejar atrás una temporada decepcionante para centrarse en una con ilusiones renovadas. Querían ver otras caras y la presencia de numerosos jugadores del Promesas (hasta seis en el once inicial), que no tardaron en levantar los primeros aplausos.

Recompensa a un buen inicio

De principio, el dominio de los pucelanos fue total y absoluto. Dueños del balón, llevaban el peligro a la meta del CD Toledo con jugadas rápidas. Renzo Zambrano avisaba con un disparo desviado desde fuera del área y Toni Villa, escurridizo como siempre, ponía en jaque a la defensa del equipo dirigido por Onésimo Sánchez.
Pero el gol iba a llegar por la banda derecha. Una apertura hacia el hoy capitán Javi Moyano, que servía raso el balón al corazón del área, lo convertía a placer en el 1-0 Caye Quintana, uno de los descartados, que poco después tenía la oportunidad de ampliar diferencias con un cabezazo que se marchaba fuera por poco.

Relajación tras el gol

El tanto desperezó a un Toledo timorato. Primero, Crespo probó suerte con un disparo al lateral de la red después de romper la cintura a Javi Moyano y, posteriomente, una falta lanzada por Juanfran tras un doble error de Anuar Tuhami, se marchó rozando el palo de la portería de Isaac Becerra. Lo mismo ocurrió con un lanzamiento ajustado de Álex Pérez.
Paco Herrera se desgañitaba en la banda. El conjunto vallisoletano se había relajado y el técnico se lo hacía ver a sus jugadores. Solo Sergio Marcos ponía el contrapunto. En un par de entrenamientos y 45 minutos de un amistoso se ha podido comprobar la calidad que atesora el último en llegar. Una contra llevada por el alcarreño dio con la pelota en la diestra, desde donde, nuevamente, Javi Moyano, envió un centro raso medido que empujaba Víctor Pérez en el segundo palo estableciendo el 2-0.

Nuevos protagonistas

Así se llegó al descanso. O, mejor dicho, los minutos entre un partido y otro. Porque la segunda mitad presentó 22 protagonistas diferentes sobre el terreno de juego. Con posesión indiscutible para el equipo castellanomanchego, que tocó, trianguló e hizo lo que quiso, Jordan, Roberto y Javi Gómez, por este orden, buscaron el gol con fuerza. Pero ahí estaba Pau Torres para desbaratar las ocasiones.
Veinte minutos tardó el Real Valladolid en aparecer en ataque. Un centro de Jaime Mata desde la derecha no encontró rematador en Jose Arnáiz. Un espejismo, porque era el conjunto verde el que seguía siendo superior. Jokin volvía a poner a prueba a un meta blanquivioleta, con mucho más trabajo que Isaac Becerra, que seguía acumulando paradas en su haber.
El Pucela vivía de las contras que, bien por caer en fuera de juego, o bien por no estar acertado, no eran ejecutadas de forma correcta. Jose tuvo la ocasión más clara en un mano a mano, pero estrelló la pelota contra el portero. La movilidad de un bullicioso Ibán Salvador desatascó el juego de ahí al final, al que se llegó con victoria pucelana con goles de dos de los descartados en un primer ensayo de pretemporada que dejó mejor sabor de boca en el equipo que se supone menos titular.