Herrera, en estado puro

Si en el entrenamiento matinal Paco Herrera concedió un pequeño respiro a sus jugadores después del amistoso de Pontevedra, por la tarde el técnico extremeño volvió a la carga. Tras un pequeño calentamiento con Fran Albert y una serie de rondos, el entrenador volvió a introducir la táctica en la sesión vespertina y se mostró especialmente vehemente.

 
A pesar de que insistió en que quería mostrarles una idea global y dio total libertad a los futbolistas para que escogieran ellos mismos la posición que ocupaban sobre el terreno de juego, éstos se distribuyeron en sus puestos naturales, mientras Samuel Llorca y Víctor Pérez continuaban con su trabajo de recuperación al margen junto a David Chorro.

Enfado del técnico

Más tarde, el míster dividió al equipo en dos grupos con el objetivo claro de mejorar la calidad en toques, pases y paredes. Ahí es cuando volvió el Herrera de siempre. El que da instrucciones continuamente; el que corrige; el que no pierde de vista a ninguno de ellos, como se puede ver en el vídeo de ElDesmarque Valladolid.
Incluso, el que se enfada y protesta ante los errores, como así hizo en el partidillo final. El pacense dejó actuar a los suyos y cuando comprobó que el ejercicio no se estaba ejecutando de forma correcta, irrumpió a voces para hacérselo ver a todos.

Trabajo individual para Markel y Ángel

Cuando el entrenamiento terminó, mientras el grupo daba vueltas al campo con los pies descalzos junto a Fran Albert, Herrera llamó a Markel Etxeberria y Ángel García. Al vizcaíno se le llevó a una de las bandas. Ángel Rodríguez, su segundo, se iba con el madrileño a la otra. Ambos trabajaron de forma individual la salida de balón con los laterales.
No es la primera vez que el entrenador presta especial atención a los dos jóvenes. Quiere pulirles y que se lo pongan lo más difícil posible a Lucho Balbi y Javi Moyano, respectivamente. En definitiva, para que estén preparados ante la exigente temporada que se avecina.