"Siento y llevo dentro al Pucela"

Que Álvaro Rubio no es uno más se demuestra con una abarrotada sala de prensa en su adiós ante los medios. Alberto Marcos, cuyo nombre emocionó al riojano al nombrarle, Víctor Fernández o Carlos Suárez fueron algunas de las personas que quisieron estar al lado del gran capitán en su despedida como futbolista del Real Valladolid. Y él, como no podía ser de otra manera, lo quiso agradecer.

 
El centrocampista quiso acordarse una a una de todas las personas del club que ha conocido durante estos diez años y más de 300 partidos: "Quiero dar las gracias a la gente de las Oficinas, que se han desvivido por nosotros. A todos los cuerpos técnicos que han pasado por aquí". Gracias a ellos, "he aprendido lo que hay que hacer y lo que no". Y un nombre por encima del resto: "Quiero destacar a Mendi; somos familia, porque era su sobrinillo", bromeó.
"A todos los cuerpos médicos, fisioterapeutas, utileros... A Paco, el delegado que es como un padre para mí. Decidle que no se relaje, porque su puesto puede ser mío en un futuro", sonreía el futbolista. "A mis chicas de la lavandería y a Jesús Navarro y a los chicos que mantiene los campos".

Se emocionó al hablar de Marcos

También se acordó de "todos mis compañeros" y de "Carlos, que siempre ha confiado en mí en estos diez años" y que estaba sentado a su lado en la sala de prensa. "A Alberto Marcos, una persona especial para mí por todo lo que me ha ayudado y porque me siento orgulloso de ser su amigo y haber compartido vestuario con él".
Tampoco quiso olvidarse de "la afición, porque me ha hecho sentir parte de la historia del club y, eso, no lo puede decir cualquiera". Y de "los medios de comunicación", a los que comenzó pidiendo disculpas por no atenderles en los últimos días. "He creído que era mejor mantener la distancia y es de agradecer que me hayáis apoyado".
Y turno también para la "familia: padres, hermana, amigos, hijos, mujer, que es la que me ha dicho todas las verdades que no he querido oír".

Un blanquivioleta más

Por último, y antes de recibir una sonora ovación de los presentes, el capitán dedicó unas emocionantes palabras al club, su club, esté donde esté: "Ojalá que el Pucela consiga sus objetivos y que cada vez sea más grande. Siempre estaré apoyándole. Lo siento y lo llevo dentro. Las personas pasamos, pero el club es el que permanece y eso es lo importante. He sido muy feliz aquí. Hasta siempre".