De alfarero, Víctor Pérez tampoco remonta

Desde el verano de 2014, la carrera de Víctor Pérez se ha visto frenada y estancada. Desde que el Real Valladolid de Juan Ignacio Martínez perdía la categoría, el jugador albaceteño ha pasado por cuatro equipos y en ninguno de ellos ha tenido el rol destacado e importante que defendía de blanquivioleta. Su paso, inicialmente, por el Levante Unión Deportiva y, más tarde, por Estados Unidos y, recientemente, por el Córdoba Club de Fútbol y la Agrupación Deportiva Alcorcón no está ayudando al jugador a remontar el vuelo de su juego.

 
Actualmente, el ex del Real Valladolid, aquél que dio por cerrada su etapa pucelana el pasado 19 de agosto, no es vital para los planes de Cosmin Contra. Es cierto que ha sido titular en cuatro de las ocho jornadas ligueras disputadas pero sólo en una ocasión ha disputado íntegro el partido. Con estos datos firma 247 minutos de juego, poco más del 34% de las opciones del equipo en Liga, ya que en la victoria (1-0) copera ante el Getafe Club de Fútbol no participó.
Con esta apuesta, en su regreso al Estadio de Santo Domingo siete años después, Víctor Pérez sigue sumergido en la situación a la que le llevó la salida en Valladolid y las muchas lesiones que le lastraron en sus últimos meses pucelanos. Su situación no es sencilla y, actualmente, en la previa ante el que ha sido su equipo desde el año 2011, el jugador acumula tres partidos sin ser citado por el entrenador en sus encuentros. En los últimos duelos no se ha vestido de corto y así, su última participación en esta temporada se remonta al 17 de septiembre cuando los alfareros perdían (2-0) ante el Real Zaragoza en La Romareda.

Cuatro equipos en dos años

Lo que la gran mayoría de los jugadores necesitan para llegar a su mejor estado físico es tranquilidad, confianza y estabilidad, todo lo contrario de lo que Víctor Pérez ha vivido desde su primera salida de Valladolid y todo lo que encontró en su etapa blanquivioleta. Miroslav Djukic no dudó en ofrecerle la batuta del juego en la temporada 2011/2012 y la siguiente. En ellas, el equipo ascendió de categoría y firmó una digna salvación. Víctor Pérez adquirió confianza y se ganó al entorno. El club le veía como una pieza importante y él se sentía como tal.
El Real Valladolid era parte del jugador, como el club lo era en el jugador. La unión era satisfactoria para ambos pero un descenso lo cambió todo. La pérdida de categoría del jugador, aquél uqe ya en su último año ya no había sido tan determinante en el juego ni tan decisivo para el entrenador, entonces Juan Ignacio Martínez, quiso hacer las maletas. Firmó la renovación pactada meses antes con el Real Valladolid para salir cedido hasta Valencia.
Una llamada de José Luis Mendilibar convenicó al jugador para ser granota y tal decisión cambió su carrera. El exentrenador pucelano sólo duró ocho jornadas en Orriols y, tras él, salió Víctor Pérez en el mercado invernal. Su marcha no fue sencilla y el lugar elegido Estados Unidos. Un paso intrascendente por el Chicago Fire fue la unión para su regreso a España y a la ahora llamada 'Liga 1|2|3'.
Inicialmente, en El Arcángel y, ahora, en el Alcorcón, Víctor Pérez no ha encontrado su estilo ni lugar. Las variaciones entre el puesto de centrocampista o de enganche no benefician a un jugador que necesita mucho protagonismo y confianza para explotar. Como ninguno de estos condicionantes le han llegado desde el verano de 2014, el resultado es el de un jugador que no remata un vuelo perdido pero que no hace tanto fue referencia en un equipo solvente, dominador y protagonista de Primera División.