Despedida a 2016 en los Anexos

"¡Parece una pista de patinaje!", decía un jugador al saltar al helado césped de los Campos Anexos por última vez en 2016. "¡Está duro!", decía otro. "¡Aquí no se puede entrenar!", se comentaba entre la plantilla del Real Valladolid al pisar la hierba. Por segundo día consecutivo, las bajas temperaturas obligaban a modificar el plan establecido por el cuerpo técnico para el último entrenamiento del año. Nada de balón, como estaba previsto en un inicio. Todo trabajo físico. Primero, en el gimnasio del Nuevo Estadio José Zorrilla, y, más tarde, por espacio de veinte minutos, series de carrera sobre el verde divididos en dos grupos.

 
Una sesión en la que el único ausente fue Igor Lichnovsky, que tampoco pudo entrenar la tarde anterior en el Cerro de Las Contiendas. por una sobrecarga muscular. Otros jugadores tocados como Ibán Salvador o Álex Pérez sí saltaron al campo de entrenamiento, aunque durante el tiempo que el equipo estuvo ejercitándose, mostraron algún problema. Paco Herrera se percató y les pidió mucha precaución: "Si tenéis molestias, parad. No se trata de forzar".
Exhaustos por la gran carga física de estos tres días después de la vuelta de las vacaciones navideñas, los jugadores se retiraron al interior de Zorrilla, donde brindaron en el vestuario con el personal del Club por el nuevo año que está a punto de comenzar y que esperan, por fin, que sea el del Real Valladolid.