Melchor, Gaspar y Raúl de Tomás

Año nuevo...  y misma dificultad blanquivioleta para el gol y para cerrar partidos. Los de Paco Herrera, superiores en la primera parte y en la segunad desde la entrada de Raúl de Tomás a falta de 16 minutos para el final, suman los primeros tres puntos de 2017 en un duelo de mucha igualdad, elevada exigencia, grandes miedos y un ambiente débil tras la pobre entrada del Nuevo Estadio José Zorrilla. Entre esos poco más de 4.500 espectadores no destacaría ni Melchor, ni Gaspar ni Baltasar ya que el mejor regalo en el Día de Reyes lo firmaba Raúl de Tomás.

 
Para ese duelo que decidiía el '47', con un duelo polémico por el horario en el que se disputaba, Paco Herrera se olvidaba de sorpresas y continuaba con la línea de confianza con la que se finalizaba 2016. Despedido, al menos por el momento, el rombo en el centro del campo, el entrenador pacense formaba con tres referencias arriba. Consciente de la necesidad de atacar al equipo de Natxo González por lo extremos, tal y como había trabajado durante la semana, Jaime Mata, Jose Arnáiz y Juan Villar eran los tres hombres más adelantados. Tras ellos, un centro del campo en el que el sacrificado era, por tercera jornada consecutiva, Álex López. En defensa, lo esperado salvo por la titularidad de Alex Pérez en el centro de la zaga.
Con la habitual intención de proponer pero conscientes del potencial y la fuerza del rival, el Pucela iniciaba el partido con dudas. El avance del duelo dejaría ver una buena versión de juego pero, al igual que semanas atrás, con poca fortuna de cara a puerta. Pese al cambio de año, las limitaciones pucelanas son las mismas. Falta gol que solventó el '9' que busca Braulio Vázquez en el mercado.

De menos a más

Tras un inicio de partido en el que el Reus Deportiu, además de por la opción de hacer gol a los segundos del inicio, tomaba la iniciativa en el dominio del balón, el Real Valladolid fue creciendo, como no lo hizo la grada del Nuevo Estadio José Zorrilla que presentó la segunda entrada más baja de la temporada. El avance del duelo ayudaría a los pucelanos que, gracias a una magistral actuación de Míchel Herrero, comandaría el juego y se haría con el balón. Los de Paco Herrera se hacían con el dominio y la posesión y llegaban con insistencia a la meta de Edgar Badía, actual Zamora de la categoría. Sin grandes actuaciones del portero catalán hasta un mano a mano ante Jaime Mata, el portero del Reus ya era el gran protagonista del duelo.
El Real Valladolid crecía y no dejaba de hacerlo. Así, el portero impedía que esa superioridad se mostrase en el marcador. Cada minuto era mayor la insistencia pucelana. Jaime Mata, en dos ocasiones, Jose Arnáiz, Joan Jordán, Luciano Balbi... Todos y cada uno de los jugadores locales aportaban para hacer daño a un Reus Deportiu bien armado pero que concedía más ocasiones de las esperadas. Tras un buen inicio visitante, el Pucela ya era dueño y señor del partido. Tenía las ocasiones y el control pero se marchaba al descanso con la misma sensación de 2016. Falta gol, falta puntería y, quizás, faltaba sobre el césped ese '9' que da un plus al equipo.

El Pucela se pierde

Tras ese lastre ofensivo del Real Valladolid que no desaparece por mucho que se cambie de año, se llegaba al entretiempo y, tras él, se veía un importante cambio de roles entre los dos equipos. Mientras los visitantes se hacían con el poder del partido, los pucelanos sufrían y buscaban el contragolpe como la forma de contrarrestar. El balón, el dominio y la sensación de peligro eran tarraconenses. Los vallisoletanos se perdían al entrar en el segundo acto y rompían sus líneas haciendo el equipo muy largo de dimensiones y muy complicado poder defender las muchas acometidas del conjunto catalán.

El dominio era íntegramente visitante en el inicio y el avance de los segundos 45 minutos. El Real Valladolid intentaba despertar pero le costaba hacerse con el balón. Sin él este equipo no tiene mucho fundamento para buscar espacios a la espalda de los centrales y su futuro era negro. El esférico no duraba en los pies locales y éstos no conseguían despertar de esa pesadilla en la que se convertía el duelo tras la reanudación. Pese a que los visitantes mostraban limitaciones ofensivas tan grandes como las locales, el avance del duelo hacía pensar en un resultado negativo para los pucelanos.

Minuto 74. Nuevo partido

Pese a que la segunda parte no hacía ser positivo con el futuro blanquivioleta en el objetivo de los tres primeros puntos del 2017, Paco Herrera no realizaría ningún cambio hasta el minuto 73. La entrada de Raúl de Tomás por Jose Arnáiz inyectaba la opción de un nuevo partido en el Real Valladolid. Un breve encuentro de sólo 16 minutos. El ímpetu del 47, que necesitaría solamente unos pocos segundos para firmar su primer disparo a puerta, ofrecía la posibilidad de reacción que el Nuevo Estadio José Zorrilla pedía pero que el Pucela no conseguía firmar.
Joan Jordán, con una gran acción en el minuto 77, cerca estuvo de romper la igualdad, pero el Reus y, sobre todo, Edgar Badía, exigían más para encajar un gol. Ese tanto llegaría y tendría la firma del jugador que comenzaba ese nuevo partido. Una falta lateral lanzada por el '19' era prolongada por Raúl de Tomás en su cuarto gol de la temporada, el primero de la categoría en el año 2017 y la muestra de que ese delantero que tanto busca y exige el juego del Pucela no está en el mercado sino que se encuentra en el equipo con dorsal de filial pero con hechuras de jugador ya formado.
El gol del ex del Real Madrid Castilla o Córdoba CF regala una opción de ilusión en el seno blanquivioleta. Como si de un Rey Mago más se tratase, el madrileño llama a la puerta de la titularidad por enésima vez y, de paso, hace dormir al Real Valladolid en zona de playoff. ¡Viva 2017! De momento.