Uno de los momentos más especiales de la temporada en el Real Valladolid se vivió en los prolegómenos del partido frente al Rayo. Álvaro Rubio se despidió oficialmente de Zorrilla con un emotivo acto sobre el césped. El ya excapitán recorrió el pasillo formado por los jugadores de ambos equipos, Valladolid y Rayo, antes de recibir diferentes obsequios de manos de José Antonio Pérez, Presidente de la Federación de Peñas del Real Valladolid; Óscar Puente, Alcalde de Valladolid y Carlos Suárez, Presidente del Real Valladolid.
Además, Alberto Marcos le entregó el brazalete blanquivioleta a Rubio, que estuvo en todo momento acompañado de sus dos hijos. Tras realizar el saque de honor, el riojano se acercó al fondo de animación de Zorrilla, donde saludó a los seguidores vallisoletanos, que mantuvieron desplegado un "tifo" que rezaba 'Eterno Capitán, AR18'. En el minuto 18 del encuentro, los aficionados corearon el nombre de un jugador que ya es parte de la historia del Real Valladolid.