El filial no tira la toalla

No es su objetivo, pero el Real Valladolid Promesas sigue empeñado en dar guerra hasta el final. Cuanto más lejanos parecían los puestos de play off, más ha remado para seguir luchando por la cuarta plaza, quizás después de quitarse la presión de encima al verlo perdido. En Estella, no solo se reencontró con una victoria a domicilio que no cataba en las últimas siete visitas, sino que recuperó sensaciones y volvió a dejar la puerta a cero por cuarto encuentro consecutivo, gracias a un Tanis Marcellán que detuvo un penalti cuando parecía que la cosa se podía complicar.

Para entonces el filial ya había hecho los deberes con dos tantos en la primera parte. El primero de Higinio Marín, gracias a otro lanzamiento desde los 11 metros cometido sobre él mismo nada más comenzar el partido, y el 0-2 de Fernando Calero, que batió a Aitor Navarro tras recoger un rechazo que no había podido atajar el cancerbero en un balón parado.

Tanis, de nuevo salvador

En la segunda mitad, los chicos de Rubén Albés tuvieron que emplearse a fondo en defensa. El dominio correspondió a los navarros, que no consiguieron meterse en el choque, ni siquiera con uno más por la expulsión de Rai Marchán, tras fallar Juan Antonio Cabrera una pena máxima con un cuarto de hora por delante. Una jugada clave que dejó tocados a los blanquiazules de ahí al final.
La victoria deja a los pucelanos a cinco puntos del Pontevedra CF, tras el empate de los gallegos frente a la Cultural Leonesa. Por delante restan cinco jornadas para cerrar la competición regular, la primera de ellas el próximo jueves de nuevo a domicilio en el campo del Atlético Osasuna B, otra opción para seguir apretando al conjunto granate.