Broche de oro

No podía ser de otra forma. El Real Valladolid Promesas despidió una fantástica temporada con goleada en su visita a un campo muy especial, el Estadio Alcalde Manuel Candocia, donde consiguió su último ascenso a la división de bronce del fútbol español en 2014. Tres años después, el filial ha logrado su mejor clasificación de esta última etapa en Segunda B. Finalmente, los blanquivioleta terminan en una meritoria sexta plaza, quedándose a tan solo seis puntos de haber disputado el play off.

En Somozas, el conjunto vallisoletano jugó un partido muy serio ante el colista del Grupo I, descendido matemáticamente jornadas atrás. Al poco de comenzar, Rai Marchán marcaba de penalti cometido sobre Miguel de la Fuente. Más tarde, Roberto Corral, a pase de Miguel Marí, ponía tierra de por medio anotando su primer tanto en la categoría, que suponía el segundo de su equipo. 
Los locales intentaban despertar en la segunda parte, exigiendo a un filial que, no obstante, solo vivía un susto en un desvío de Dani Hernández que se acababa estrellando en el palo. El paso de los minutos adormecía un encuentro que vería otro tanto más antes del pitido final. En esta ocasión, era Miguel Marí el que culminaba una jugada con remate de Dani Vega y cerraba con goleada una campaña inolvidable para un Promesas que superó con creces las expectativas de inicio de temporada. Y lo mejor de todo, haciéndolo con jugadores que llaman a la puerta de la primera plantilla en un futuro no tan lejano.