Sorpresa mayúscula

El pasado 13 de julio, con pocos días de rodaje de la pretemporada del equipo de Paco Herrera, Álex Pérez era un desconocido, un jugador que llegaba al Real Valladolid a prueba y las esperanzas que se tenían en él eran pobres. Ahora, casi un año después, la ilusión que se tiene por su renovación es total. Es más, se ve como una parte determinante del proyecto que puede ejercer Luis César Sampedro. Esta tremenda evolución ha llegado gracias a la sorpresa que ha supuesto el juego del madrileño y el rendimiento que ha dado. Desde que se le dio la oportunidad liguera ante la Agrupación Deportiva Alcorcón, el '24' sólo se perdió un encuentro liguero.

 
Así, el ex de la Sociedad Deportiva Huesca o el Getafe CF, entre otros, se convertiría en uno de los jugadores más importantes para los esquemas de Paco Herrera. Siendo el séptimo jugador con más minutos a nivel liguero y el sexto juntando la Copa del Rey, su envergadura y juego directo no fueron una opción y una alternativa en el juego blanquivioleta, sino un sustento. Con él, se potenció una versión más directa en el Real Valladolid. El estilo variaba y, en gran parte, era por el fantástico rendimiento que otorgaba el jugador desde que Rafa López cayó lesionado y desde que Igor Lichnvosky fue citado por Chile casi en el mismo día.
Tras aquella oportunidad, Álex Pérez se hizo un fijo y no sólo en las alineaciones. Galardonado en dos ocasiones como el mejor jugador del mes esta temporada, el Pucela busca los resquicios para firmar una renovación que Carlos Suárez da como segura y que la nueva Dirección Deportiva ve fundamental para confeccionar y construir la nueva plantilla. Dentro de una temporada inimaginable para el jugador hay un día especial. Una jornada que le hizo mostrar una gran "alegría" y realizar una dedicatoria.

Un tanto muy buscado

La ilusionante victoria (1-0) del Real Valladolid sobre el Getafe tuvo la firma del central blanquivioleta. Era su primer tanto en la temporada y un gol que había buscado en varias ocasiones en las últimas jornadas. El Pucela había cambiado con él. El juego directo ya era parte del estilo y Álex Pérez, una referencia a balón parado. Entraba y participaba en todas las acciones a balón parado. Tuvo el gol en la punta de los dedos en varias ocasiones, pero se le escaparía hasta esa antepenúltima jornada cuando se hizo con un balón suelto en el área de Vicente Guaita. Un tanto y una alegría que resumía a la mayor sorpresa positiva de la temporada.