Innegable estandarte

Durante la ya cerrada temporada 2016/2017 en el Real Valladolid, Javi Moyano ha sido una "relevancia incontestable". De igual forma, otros jugadores importantes como Míchel Herrero, Luciano Balbi o Álex Pérez han tenido su peso en los esquemas de Paco Herrera. Han sido perfiles determinantes en el Pucela al igual que Joan Jordán. El centrocampista catalán, cedido por el Real Club Deportivo Espanyol por una temporada, dos en caso de ascenso, ha tenido un peso relevante, destacado e innegable en el último Pucela. Con estadísticas que así lo prueban, las sensaciones dejadas por el de Regentós en los 37 partidos disputados hablan de un jugador que dará que hablar en el futuro.

 
Pese a que comenzó la temporada lesionado, lo que le hizo perderse la primera jornada liguera ante el Real Oviedo, Jordán se había ganado muy pronto un puesto fijo para el cuerpo técnico. Llegado al equipo blanquivioleta durante la concentración de pretemporada en Melgaço, un puñado de entrenamientos en tierras portuguesas y al regreso a Valladolid le valieron para ser un jugador destacado desde el primer momento. Pese a que en el empate (0-0) ante el Rayo Vallecano se sabía que no estaba en plenitud de condiciones, Herrera quiso que fuera titular, como lo fue en todos los partidos que disputó. 37 partidos disputados y 37 titularidades. Los planteamientos iniciales pasaban por él.
Convencido en su presentación de que éste iba a ser un buen año, Joan Jordán vivió una etapa complicada al inicio de la temporada. Tras superar ese contratiempo de pretemporada, el '19' caía, nuevamente, lesionado. La sensación de que la recuperación fue muy rápida flotaba en el ambiente y tras la victoria (2-1) ante el Girona FC, estaría fuera de los terrenos de juego durante cuatro semanas. Pese a que, de nuevo, recortó los plazos, ese tiempo lastró la formación inicial de Jordán. Aunque nunca perdió la titularidad, ya que ante el Levante UD volvería al once inicial, antes de iniciar la octava jornada sólo había disputado 155 minutos de 630.

Crecimiento constante

Tras superar esas primeras semanas, el jugador, por fin, pudo justificar esos galones que Paco Herrera le había adjudicado desde su llegada. Con un apoyo total sobre el entrenador, al comienzo de la temporada e, incluso, al final, cuando peor estaba la situación, el último '19' del Real Valladolid deja un importante poso en el Nuevo Estadio José Zorrilla. Su paso por el feudo vallisoletano no ha sido el de cualquiera. Lo jugado, 3.138 minutos, la calidad de los expuesto sobre el campo y el discurso ambicioso realizado le mostraban durante la temporada como un importante estandarte que, ahora, cuando tiene un pie en Primera división, se sigue valorando en el mundo blanquivioleta.