Jaime Mata, ambicioso

Cuarto día de entrenamientos del Real Valladolid de Luis César Sampedro y el equipo toma el primer respiro. Antes de asumir el día de descanso que el cuerpo técnico marcaba para este próximo domingo, Jaime Mata comparecía ante los medios de comunicación para resumir sus primeras sensaciones de la pretemporada, hablar de cómo lleva la lesión de rodilla que le dejó fuera del equipo en el tramo final de la temporada pasada y aprobar el fichaje de Kiko Olivas, que fuera compañero suyo durante una temporada en el Girona FC.

 

Ambiciones renovadas

"Toca pensar en el nuevo año", aseguraba el madrileño. Es tiempo de "nuevas ilusiones y nuevos compañeros". Añadiendo el plus de que "este año es todo tan nuevo...", la mayor diferencia está en el banquillo. Sin Paco Herrera y con Luis César Sampedro, el '9' asegura que son "entrenadores diferentes" y que, por lo tanto, no realizan el mismo trabajo. En lo que al gallego se refiere, Mata afirma que el equipo está trabajando el "tema físico" pero, también, el táctico "desde el primer día".
A nivel personal, la situación no es sencilla. "Estoy cogiendo ritmo por la lesión" y "lo estoy notando". Asegurando que aún "tengo pequeñas molestias", Mata cuenta los días para disputar los primeros encuentros amistosos. Con diez duelos en el calendario de la nueva pretemporada, se ve ilusionado. "Quiero ver qué tal me encuentro y ver qué tal va la rodilla", afirmaba.
La ilusión es individual y grupal. El grueso del equipo ya esté en Valladolid y "si desde el principio estamos todos, es bueno". Además, la percepción de los nuevos es "muy buena". "En el vestuario parece que nos conocemos de toda la vida" narraba el delantero, lo que lleva a que este nuevo Real Valladolid esté "trabajando como una familia". Así, las ilusiones se renuevan y la ambición regresa a un Mata que no cerró con una sonrisa su primera temporada de blanquivioleta. Por la lesión, por los goles anotados y por la confianza recibida.