En el verano de 2015, cuando Gaizka Garitano era el entrenador del Real Valladolid, el técnico de Derio terminaba todos los encuentros amistosos asegurando que la mejor noticia era que "no había lesionados". La breve etapa del actual entrenador del Bilbao Athletic no le dejó para muchas más alegrías. Ahora, en un proyecto muy diferente del club blanquivioleta, Luis César Sampedro no está teniendo tanta suerte y, en la actualidad, cuenta con tres jugadores en el dique seco. La ausencia de Sulayman Marreh en las últimas tres sesiones, hecho que le lleva a estar descartado para el triangular de este domingo en Salamanca, no es la única, ya que la enfermería pucelana cuenta con dos jugadores más.
David Mayoral, que cayó en el primer encuentro de pretemporada en Tordesillas, y Óscar Plano, con una lesión muscular a comienzos de esta semana, viven periodos de lesiones largos. Si el abulense sabe desde el 19 de julio que deberá estar alrededor de seis semanas de baja, el madrileño, primer fichaje de este nuevo proyecto, conoce desde este miércoles que estará un mes fuera de los terrenos de juego y que, por lo tanto, se perderá el inicio liguero. Obviamente, éstas son las peores noticias de una pretemporada que no ofrece un parte de lesiones demasiado amplio.
Salvo por las molestias que dejaron a Javi Moyano y Borja Fernández fuera de la convocatoria para el duelo ante el Besikas JK y el golpe recibido por Luismi Sánchez ante El Ejido 2012 que le dejó fuera del partido ante el Real Betis, Luis César puede estar contento ante las lesiones de su plantilla. El reparto ecuánime de minutos del entrenador en un equipo aguerrido, fuerte e intenso como este Real Valladolid, no está deparando muchas lesiones en una exigente pretemporada que este domingo vivirá su séptimo encuentro amistoso.