El pasado 16 de abril es una fecha marcada a fuego en la memoria del Real Valladolid. El equipo de Paco Herrera caía con estrépito (6-2) ante el Sevilla Atlético y aquella goleada llevaba la firma de la que ya es la gran estrella del equipo de Luis García Tevenet. Marc Gual, delantero del equipo hispalense, recuerda con cariño aquel duelo ante los blanquivioleta. En poco más de media hora anotaba su primer triplete profesional y ratificaba que su llegada al equipo sevillista era para confirmar todas aquellas sensaciones de gran goleador que había demostrado desde bien pequeño en las filas del Real Club Deportivo Espanyol.
Señalado como el gran protagonista de aquella pesadilla del Pucela en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, al que no volverá el equipo pucelano, Marc Gual terminaría la pasada temporada con 13 tantos en apenas 24 partidos y en poco más de 2.000 minutos. Ese gran registro de goles le vale, ahora, al delantero catalán para ser la gran estrella del filial sevillista. Sin Antonio Cotán, llegado al Nuevo Estadio José Zorrilla, Borja Lasso, ascendido al primer equipo, o Ivi López, traspasado al Levante UD, Marc Gual ha comenzado esta temporada 2017/2018 como la referencia de un equipo que ha variado casi en su totalidad de un año a otro.
Una plantilla reformada, un banquillo nuevo y un vestuario joven que comenzó con ilusión y esperanza la nueva temporada. El empate (1-1) en el partido inaugural ante el Club Atlético Osasuna marca la fuerza y el ímpetu de este nuevo Sevilla Atlético, un conjunto con solera y peso, aquel que Marc Gual se ganaría tras su llegada de invierno a Sevilla y, sobre todo, tras el duelo ante el Real Valladolid de hace apenas cuatro meses y medio.