Miguel Rivera, nuevo entrenador del Real Valladolid Promesas, ha aterrizado en el club pucelano con muchas ganas. Así lo demostró en la rueda de prensa celebrada en el Nuevo Estadio José Zorrilla, que sirvió como presentación ante los medios de comunicación. Una comparecencia que quiso comenzar mandando "un mensaje de agradecimiento a Carlos (Salvachúa). Muchas veces se es bastante injusto con nosotros. Todo mi apoyo y un fuerte abrazo".
El nuevo técnico del filial reconoce que su contratación se resolvió muy pronto: "Me llamaron el lunes por la tarde noche. Enseguida cargué el coche y aquí estamos. Me vais a encontrar siempre en la calle del medio y en la esquina de la verdad", espetó el andaluz, en señal de que no se va a andar con paños calientes. Lo que se ha encontrado a su llegada le deja "totalmente tranquilo". Asegura haber "visto una plantilla con muchas ganas de trabajar y de revertir la situación" y disponer de los medios suficientes para variar el rumbo: "Rotundamente estamos capacitados. El nivel del futbolista es el adecuado; hay material".
El malagueño solo tiene en mente un objetivo a corto plazo: "Cuando llegas a un equipo que está el último, situación que me ha tocado vivir en algún que otro club, hay que volver a reactivarse. Hay que intentar conseguir un resultado positivo lo antes posible para empezar a crecer. Si lo conseguimos este domingo, pues mejor", aunque no será nada fácil en su visita al Estadio de El Toralín: "Es un club histórico y es el que nos toca. Tenemos una oportunidad de ser capaces de cortar la dinámica negativa en la que nos vemos". Para ello, la receta del entrenador es clara: "Tenemos que funcionar como equipo y ser autocríticos; dar muchísimo más de lo que hemos dado hasta ahora", afirmando que todo lo había "hablado en voz alta dentro del vestuario" con sus nuevos jugadores.