Es Noticia
Rayo Vallecano
4-1
Real Valladolid

La peor cara del Pucela

Ángel Velasco B.

Con el Real Valladolid en ascenso directo y con toda la ilusión englobada en el importante viaje de aficionados, el equipo de Luis César Sampedro llegaba al Estadio de Vallecas en lo que el entrenador consideraba "la batalla número ocho". Un importante duelo pero jamás un encuentro definitivo para el proyecto pucelano. Éste aún tiene un largo aprendizaje y evolución, como así se mostraba en el duelo ante el Rayo Vallecano.

 
Pese a la emoción e ilusión de la goleada (4-1) ante el Córdoba CF, a este Real Valladolid le queda mucho por aprender y evolucionar. Debe mejorar y detallar muchos aspectos de su juego, un estilo reconocible pero sobre el que se siguen pagando mucho los fallos. Un error en una salida de balón genera contragolpes muy directos sobre le meta de Jordi Masip. El equipo aún debe estar más conjuntado y engrasado en aspectos defensivos, como bien se podía ver en los primeros 45 minutos del partido. El Real Valladolid veía roto y marcado el partido tras la primera parte. En ellas, los vallecanos aprovecharon cualquier oportunidad para dejar sentenciado el duelo.
Pese a la ilusión del Real Valladolid tras el tanto de Óscar Plano al poco de iniciar la segunda parte, el encuentro estaba sentenciado. El primero tiempo generó un apoyo y una consistencia en el equipo madrileño de la que sólo tuvo que tirar en los peores momentos del partido. Con nervios pero sin peligro, el Real Valladolid claudicaba en el Estadio de Vallecas de la misma forma en la que se impuso, una semana antes, al Córdoba CF.

Errores pagados

Los partidos de fútbol se pueden ganar o perder. En ocasiones son unos los equipos los que los ganan y, en otras, los que el rival los pierde. Sin querer menospreciar el trabajo y el acierto del Rayo Vallecano, los primeros 45 minutos del partido, aquéllos que han marcado el resultado final de este duelo liguero en Vallecas, demuestran que el duelo estuvo definido por los errores del Real Valladolid. Los de Luis César Sampedro cometían errores infantiles en campo propio y los de Vallecas los aprovechaban. los detalles eran favorables para los equipos locales porque los de Míchel Sánchez sabían sacar rendimiento a todos esos errores pucelanos.
De esta forma, Adrián Embarba aprovechaba una error de Borja Fernández en la salida de balón, Óscar Trejo una segunda jugada mal defendida por toda la defensa pucelana y Raúl de Tomás un penalti cometido por Ibán Salvador. El Rayo Vallecano marcaba, mandada y lideraba porque el Real Valladolid dejaba las opciones sobre la mesa. Con todo, y en una primera parte en la que el Rayo Vallecano encontraba premio a toda su propuesta, los de Luis César Sampedro se marchaban al vestuario con la sensación de vivir un partido sentenciado por sus errores propios.
Con esos fallos, el Real Valladolid perdía todo el fuelle adquirido tras la victoria (4-1) ante el Córdoba CF. Todo lo vivido en los primeros 45 minutos ante el equipo de Luis Miguel Carrión se volvía en contra de los pucelanos. Nada salía mientras que el rival se topaba con todo de cara. Así, los errores costaban un partido que, ya en los primeros minutos, se cobraba la primera sanción de la temporada. Ibán Salvador, con cinco amarillas, será baja ante la Agrupación Deportiva Alcorcón este jueves.

Nuevo estilo

Con el partido roto, Luis César Sampedro decidía tomar cartas en el asunto. Tenía dos opciones. Cerrar filas y protegerse para que el marcador no fuera a más, dando el duelo por perdido, o cambiar el estilo del equipo para buscar la meta rival con fuerza. Este Real Valladolid no tenía opción y su objetivo sería la meta de Alberto García. Por ello, Míchel HerreroAsier Villalibre entraban en el terreno de juego en el lugar de Luismi Sánchez e Ibán Salvador. Con un cambio de sistema y una idea más directa de la inicial, el equipo comenzaba un partido nuevo


Un duelo con una importante desventaja pero que ofrecía muchas oportunidades. Los objetivos eran infinitos; las obligaciones, reducidas. Los de Sampedro debían aprovechar una de sus primeras oportunidades, como así haría Óscar Plano. El '23' blanquivioleta aprovechaba una gran opción de Toni Villa para cambiar la dinámica del partido. El Pucela recortaba diferencias a los seis minutos de la reanudación para dar rienda suelta a un nuevo partido, una nueva aspiración del conjunto blanquivioleta y sus 400 aficionados desplazados hasta Vallecas.

Aislada ilusión

Con el tercer tanto del '23' con la camiseta blanquvioleta se generaba una ilusión en la expedición vallisoletana que resultaría estar muy aislada en el duelo. Los pucelanos, intensos pero sin acierto en la creación final, se topaban con una férrea defensa rayista. Si bien los cambios de Luis César Sampedro eran ofensivos y con el claro objetivo de dejar al Real Valladolid en el área rival, las variaciones de Míchel cerraban al equipo. Retirando del terreno de juego a Raúl De Tomás para formar con una defensa de cinco, los locales conseguían dormir el partido, amarrar tres importantes puntos y ampliar las distancias con el doblete de Adrián Embarba.
Con esta derrota, la tercera de la temporada y la segunda consecutiva fuera del Nuevo Estadio José Zorrilla, el Real Valladolid cae en un duelo con unas directrices muy similares a las del partido anterior, aunque en aquella ocasión todos los detalles favorecieron para una goleada que en esta ocasión caía de cara de los vallecanos y que, para colmo, deja dos sancionados en el bando blanquivioleta tras una "batalla número ocho" de pocos resultados positivos para el Real Valladolid.

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