La visita de la Agrupación Deportiva Alcorcón al Nuevo Estadio José Zorrilla medía dos dinámicas. Si bien el equipo alfarero se jugaba más que tres puntos por la racha de tres derrota seguidas con la que llegaba al Nuevo Estadio José Zorrilla, los locales ponían a prueba la exigencia de su público. Tras la derrota (4-1) ante el Rayo Vallecano, el feudo pucelano juzgaba todas las debilidades del partido del Estadio de Vallecas. Para esas dos situaciones específicas, Luis César Sampedro confirmaba la "no revolución" que prometió, mientras que Julio Velázquez cambiaba su esquema.
El técnico salmantino, de adopción pucelana, en situación límite en su puesto, variaba su formación. Añadía un defensa central más. Mientras tanto, Luis César sólo cambiaba lo que tenía la obligación de variar. Como era de esperar tras el último entrenamiento, Anuar Tuhami y Míchel Herrero entraban en el once para cubrir las sanciones de Ibán Salvador y Luismi Sánchez. Con todo, y sorprendiendo la formación amarilla, el duelo de las urgencias, para unos, y la exigencia, para otros, arrancaba en una tarde mucho más veraniega que otoñal.
Dentro de ese buen clima, el Real Valladolid conseguía olvidar Vallecas. Tras el paso de la Agrupación Deportiva Alcorcón por Valladolid, el aficionado y el vestuario pucelano ya no recuerda con tanta fuerza y dolor lo vivido y sufrido en el reciente duelo de Vallecas. El calendario dejaba una buena oportunidad muy cerca en el tiempo y el equipo blanquivioleta lo aprovechaba. Con errores rivales y aciertos propios, el Pucela sigue generando ilusión tras volver a la importante senda de la victoria.
Se acercaba el final de la primera parte y el resultado inicial campaba sobre el marcador del estadio. Lógico y natural. Unos, muy exigidos, no llegaban con claridad pese a movimientos e intentos constantes. Mientras tanto, los otros, los alfareros, replegados, no llegaban a la meta de Jordi Masip. Posiblemente no era su principal objetivo. Los de Julio Velázquez mostraban, formación a un lado, que jugarían a no cometer errores. Su inamovible línea defensiva dejaba pocas opciones ofensivas a un Real Valladolid que lo intentaba sin éxito, sin acierto, pero con fuerza y ahínco. Desde el balón parado proponían y en menos de 30 minutos ya había lanzado cinco saques de esquina.
El rendimiento de todas esas acciones mostraba la propuesta local pero el poco éxito de los movimientos. Decenas de movimientos sin acierto de un equipo que no conseguía probar a Dani Jiménez, portero de Alcorcón. Sin embargo, los pucelanos se adelantaban en el marcador poco antes del descanso. Un centro lateral de Ángel García, sin aparente peligro sobre la portería madrileña, no era atajado con fuerza por el meta. El rechace quedaba suelto y Jaime Mata no fallaba.
El máximo goleador de LaLiga 1|2|3 aprovechaba el primer error del equipo alfarero para adelantar al Pucela. En un momento psicológicamente muy importante, el Real Valladolid levantaba el partido. La propuesta rival ya no valía y mientras Julio Velázquez valoraba qué detalles cambiar, el colegiado balear Santiago Varón Aceitón señalaba el final de unos primeros 45 minutos en los que el Pucela no había sido superior pero en los que había aprovechado el único error de un rival tan replegado como bien ejecutado hasta ese séptimo gol liguero del '9' blanquivioleta.
Tras la reanudación parecía que no cambiaba nada. Julio Velázquez mantenía su defensa de cinco hombres y el míster aparentaba normalidad. Parecía que la dinámica de la segunda parte sería igual que la de la primera, pero no. Ni mucho menos. Los laterales alfareros adelantaban su posición. Ellos marcabana el partido. La Agrupación Deportiva Alcorcón tenía más profundidad y, en la vuelta, el Real Valladolid ganaba transiciones. A la espalda de Laure Sanabria y Carlos Bellvís los pucelanos corrían. Toni Villa y Óscar Plano generaban oportunidades mientras Anuar Tuhami comenzaba a demostrar el juego que tiene y lo importante que es para el Real Valladolid.
Sus conducciones liberaban al equipo blanquivioleta. Ofrecían una versión más atrevida y desatada del equipo de Luis César Sampedro. Con el juego del '35' y el tanto de Míchel Herrero a la hora de partido, el Pucela tomaba distancia. Entonces Julio Velázquez sí que cambiaba la formación. La Agrupación Deportiva Alcorcón adelantaba definitivamente líneas para poner a prueba las hechuras de un Real Valladolid que comenzaba a desatarse. En ocho minutos quemaba sus naves pero sin variar un ápice el transcurso del partido.
El avance del mismo no generaba ilusión en la pequeña parroquia alfarera desplazada hasta el Nuevo Estadio José Zorrilla. A falta de media hora para el final, Míchel había sentenciado el duelo y, quién sabe, si a Julio Velázquez. Sin quedar claro qué ocurrirá con el puesto del míster amarillo, Jaime Mata y Giannis Gianniotas ampliaban la distancia del marcador para zanjar que de lo que no hay duda, además de los tres puntos, es que la sensación global es que la dolorosa derrota ante el Rayo Vallecano ya es pasado y que el equipo sólo mira al duelo de este domingo ante la Unión Deportiva Almería. La batalla número diez de la temporada. Nada más.