Contra la madera

Este viernes, tras la victoria (4-0) del Real Valladolid ante la Agrupación Deportiva Alcorcón, el seno del equipo blanquivioleta había una mezcla entre la alegría de la victoria y el escepticismo sobre el equipo por el bagaje de éste fuera del Nuevo Estadio José Zorrilla. Que el mismo conjunto fuera capaz de golear de forma consecutiva a dos rivales de gran nivel en su feudo pero cayera con estrépito lejos de él hacía una lectura complicada. Por ello, y en la visita a la Unión Deportiva Almería, el equipo de Luis César Sampedro llegaba exigido a tierras andaluzas.

 
El equipo necesitaba dar "un paso al frente", el segundo fuera de Zorrilla, para terminar de convencer del nivel de su proyecto. Para ello, el entrenador blanquivioleta no realizaba grandes cambios. Sin "revoluciones" tras perder, la victoria del jueves hacía que sólo Giannis Gianniotas entrara como novedad con respecto al último once titular. El sacrificado era Toni Villa. Una única permuta en una semana llena de carga que podía terminar con la confirmación de la candidatura del Real Valladolid o con el regreso de las dudas creadas en Vallecas hace sólo una semana.
Esas dudas se despertaron muy pronto. Casi sin iniciarse el duelo el Real Valladolid perdía. Los de Luis César no iniciaban bien el duelo y la Unión Deportiva lo aprovechaba. El tanto tendría mucho rendimiento para los locales. Con él tomaban distancia en el partido y trabajaban en base a él durante más de 90 minutos. Topándose dos veces contra la madera, los pucelanos no consiguieron dar la vuelta al marcador pero sí sumaron un punto que podría tener mucho valor en las próximas semanas.

El peor inicio posible

La expectación del Real Valladolid para este décimo duelo liguero era altísima. Los pucelanos querían mostrar que con los últimos tres puntos se confirmaba que lo de Vallecas era pasado pero la presentación no fue, ni de lejos, la mejor. Sobrepasado por escasos segundos el primero minuto de juego, Jose Antonio García 'Verza' anotaba el primer tanto del partido. Un saque de esquina era aprovechado por el experimentado centrocampista para adelantar a los andaluces y romper todas las ilusiones blanquivioleta. El tanto era un lastre con el que el equipo pucelano debería trabajar, y eso que reaccionaron muy pronto.
A los pocos segundos del primer tanto, Giannis Gianniotas se topaba con el palo en una gran jugada individual. Tras el primer aviso, el Real Valladolid comenzó a ganar metros. Poco a poco los visitantes generaban incomodidad sobre el área de Rene Román. Óscar Plano o Míchel Herrero se acercaban a la meta del portero gaditano en un encuentro dominado por las ideas pucelanas pero ejecutado por un gran golpeo del equipo local. La Unión Deportiva Almería no necesitó nada para anotar. Mientras tanto, el Real Valladolid quería asustar pero no lo hacía.

Merecido empate

La presentación no era le mejor ni, sobre todo, la esperada pero el Real Valladolid se crecía con el paso de los minutos. Los de Luis César Sampedro ganaban profundidad y, poco a poco, llegaban con más jugadores al campo rival. El equipo comenzaba a ser merecedor del empate y éste llegaba en las botas de Jaime Mata pero con la importante firma de Ángel García. Pese a que el '3' no está convenciendo en esta etapa que está viviendo en el once titular, era protagonista del penalti que generaba el noveno tanto del delantero madrileño. Con él se llegaba al descanso y se hacía con un justo empate. Pese a que el Real Valladolid mostró más ideas, los de Luis Miguel Ramis superion sacar rédito al tempranero tanto firmado.

La fuerza y la inercia con la que terminaba la primera parte fue frenada en el tiempo de descanso. Pese a que los visitantes iniciaron el segundo acto con empuje, el paso de los minutos comenzó a dormir un partido que no gustaba a Luis César Sampedro. Así, y sobrepasada la hora de juego, Pablo Hervías se convertía en el primer cambio pucelano. Los blanquivioleta necesitaban fuerza para los últimos metros y el '11' se la iba a otorgar. Al poco de salir ya generaba una gran ocasión y demostraba que los vallisoletanos querían más. El empate parecía insuficiente.

Sin claridad

El '11' blanquivioleta comenzaba la toma de decisiones del cuerpo técnico, pero éste no consiguió insuflar fuerza al equipo pucelano. Pese a variar íntegramente la línea de apoyo a Jaime Mata, el Real Valladolid no llegaba a los instantes finales con el dominio ni la fuerza que quería. Así, en un partido plano en los últimos 15 minutos, el encuentro llegaba con la sensación de impotencia de ambos equipos pero con la idea de que ninguno daba por buena la igualada.
Las ideas escaseaban pero la ambición era total. Ambos querían la victoria y buscaban un gol más. Jaime Mata lo tuvo, de forma muy clara, pero su disparo se topaba con René Román y el larguero. La ocasión era grandísima y hacía que el palo, por segunda ocasión en el partido, evitara el gol blanquivioleta. La oportunidad era visitante pero el dominio, de ambos. En los últimos minutos del duelo ambos equipos se lo intercambiaron. Si bien el Real Valladolid quería y necesitaba un contragolpe, los almerienses buscaban una acción a balón parado para probar a Jordi Masip.
Por intenciones no fue. Por desgaste, tampoco. Solamente la falta de frescura en los últimos metros hizo que el marcador no se moviera desde el minuto 34. El penalti anotado por Jaime Mata contrarrestaba el gol inicial de Verza y cerraba un duelo que hace que el Real Valladolid sume un punto más, que no fueron tres porque la madera no lo quiso, y es ella la que se queda con los dos que el Pucela pudo llevarse. Por empuje, intención y coraje no fue. Quizás sí por la claridad de ideas y la calidad de las ocasiones.