En la previa a visitar al Reus Deportiu la pasada semana, Luis César Sampedro hablaba de que Cataluña es como su "segunda casa" y que siempre que viaja hasta allí recuerda mucho de lo vivido. Regresar a aquella tierra le emociona, recibir la visita del Gimnàstic de Tarragona, no es menos. Tiene más connotaciones emocionantes. El mismo se define como "fan" de Tarragona. Con el próximo rival del Real Valladolid el actual entrenador blanquivioleta vivió dos destacadas etapas de su carrera deportiva y, posiblemente, la más importante como entrenador. El ascenso tarraconense a Primera división en la temporada 2005/2006 supone el momento más importante de la carrera de un entrenador que este domingo, ante su exequipo, llega a los 400 partidos en LaLiga 1|2|3.
De esos 399 partidos que firma hasta el momento, 114 son con el equipo catalán. Dos etapas en el Nou Estadi de Tarragona y cuatro temporadas en Segunda hablan de una unión muy fuerte entre el entrenador y el Club. De esos más de 100 partidos, los datos de Sampedro son de dos temporadas completas y de otras dos incompletas. Si antes de conseguir el ascenso en 2006 estuvo antes una temporada entera, tras ser destituido en Primera División y después de pasar por el Polideportivo Ejido, regresaba a Tarragona para sustituir a César Ferrando en marzo de 2010.
Fue una temporada complicada en la que el equipo mantenía la categoría con serías dificultades. Su aportación en los últimos 15 duelos ligueros le dejaron la opción de continuar una temporada más. Comenzó la campaña 2010/2011 pero fue cesado a los 15 partidos. Una derrota (1-2) ante el Villarreal CF B, una racha de cuatro jornadas sin ganar y el hecho de ser colista cerró su etapa en Tarragona. Llegaba Juan Carlos Oliva y Sampedro finiquitaba, hasta la fecha, su paso por Tarragona.
Pese a un duro final, Sampedro sigue manteniendo una relevancia importante en Tarragona. Aquel ascenso de 2006 está aún marcado en el recuerdo de unos aficionados que le han visto dirigir al equipo en 114 duelos, de los que ha ganado 45, ha empatado 28 y ha perdido 41. Unas estadísticas positivas de un entrenador que no sería lo que es ahora sin el Nàstic, conjunto que recuerda cómo es la élite del fútbol español de la mano del actual entrenador pucelano