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La necesidad de hacer de Zorrilla un fortín

Enrique AH

Desde que el fútbol es fútbol, el hacerse fuerte como local tiene privilegios a la hora de alcanzar objetivos. Jugar delante de tu afición siempre otorga ese plus característico que todo equipo desea poseer. La victoria es sinónimo de alegría. ¡Qué mejor forma de hacerlo con los tuyos!

Desde que el Real Valladolid descendiera a los infiernos de la Segunda División, todas las temporadas entre la inmensa mayoría de la ciudad se fija un objetivo no escrito: hacer del Nuevo Estadio José Zorrilla un campo inexpugnable. Para una entidad como la vallisoletana, sacar los puntos de casa cuando se competía en la élite era muy importante pero en LaLiga 1|2|3 resulta fundamental. Es tal la competitividad, que cualquier equipo puede puntuar en cualquier sitio. De ahí que sumar los máximos puntos como local conlleve al éxito. 

Año de 'Rubi'

‘Tirando’ de estadísticas, los números del Pucela no son muy positivos en estas tres campañas completas y lo que se lleva de cuarta. En la 2014/2015, con Joan Francesc Ferrer Sicilia ‘Rubi’ a la cabeza, el plantel blanquivioleta pudo cosechar 41 unidades como anfitrión, dejando escapar 22 puntos. Más de siete encuentros sin sumar todo. Los 12 triunfos y cinco empates nada tienen que ver con, por ejemplo, las 14 victorias y seis empates del Real Sporting de Gijón

Curso 2015/2016

Uno de los principales problemas que se encontraron Gaizka Garitano, Miguel Ángel Portugal y Alberto López fue precisamente ese, la poca consistencia en Zorrilla un curso más tarde. Sólo siete victorias vería la parroquia pucelana en 21 encuentros. 29 puntos (ocho empates) de 63 posibles. Ni un 50% de efectividad en casa. El decimosexto puesto final lo dice todo. Curiosamente la UE Llagostera, escuadra que acabaría descendiendo, ofrecía más victorias a su público que el campeón. El Deportivo Alavés lograba 11, por 12 de los catalanes. La gran losa por la Costa Brava fue que, fuera de ella, no consiguieron triunfo alguno. 

Desilusionante Paco Herrera

El claro ejemplo de eficacia en casa lo protagonizaba el Levante UD la temporada pasada. El Estadio Ciutat de Valencia se fortificó de una manera inquebrantable. De los 84 puntos, el club granota cosechó 54 como local. 17 victorias y tres empates en 21 partidos. 80,95% de victorias, dejando escapar la paupérrima cifra de 9 unidades. Para la escuadra que dirigía Paco Herrera, esas cifras quedaron muy lejos, sin entrar ni siquiera en puestos de play off. 12/cinco/cuatro fueron los números del pucela en la 2016/2017. Como ya ocurriera dos años antes, dejar volar 22 puntos, son muchos puntos. 

¿Este año sí?

El camino del Real Valladolid, en Zorrilla, en la campaña 2017/2018 está siendo un tanto irregular. Si bien es cierto que solamente ha disputado siete encuentros, las victorias superan escasamente el 50%. Cuatro triunfos, un empate y dos derrotas (la última contra el Gimnàstic) ya indican que las llaves del feudo blanquivioleta no las tienen muy escondidas Luis César Sampedro y compañía. 13 de 21 no son números como los del CA Osasuna, la SD Huesca, el Real Sporting o el CD Tenerife, los cuáles todavía no saben lo que es perder como locales. 
La filosofía de la ‘Media inglesa’ debería extrapolarse al Real Valladolid. LaLiga 1|2|3 es un camino sinuoso y complicado pero la regularidad es la madre de todos los éxitos futbolísticos. El pucela no va a ganar todo lo le resta en casa pero debería cambiar la cerradura de Zorrilla si no quiere que se le escapen muchos puntos más

 

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