Todo ha cambiado desde la última vez que el Estadio José Zorrilla presenció un derbi liguero entre el Real Valladolid y la Cultural y Deportiva Leonesa. Y no es para menos, ya que hay que remontarse hasta 1974 para encontrar esa fecha. Más de 42 años han transcurrido desde el último capítulo en suelo vallisoletano de una rivalidad regional que ha perdurado y que, de hecho, esta campaña ha escrito otras dos páginas en su particular historia. Sin embargo, sendos capítulos se produjeron en el Estadio Reino de León, y no será hasta este sábado a las 18.00 horas cuando el feudo vallisoletano viva, muchos inviernos después, un duelo contra sus vecinos los leoneses.
No obstante, aunque la espera ha sido larga, el recuerdo de ese último derbi no puede ser más dulce para el Real Valladolid. Aquel 15 de septiembre de 1974 el Pucela asestó una severa goleada a la Cultural y Deportiva Leonesa (3-0), poniendo el mejor punto y aparte posible a una rivalidad que, a pesar del tiempo que ha transcurrido, se ha mantenido prácticamente intacta. El conjunto blanquivioleta estaba dirigido por el mítico Fernando Redondo en el banquillo, quien tenía bajo sus órdenes a otra serie de ilustres que vistieron la zamarra pucelana en aquella época: Manolo Llácer en portería, Luis Óscar Martínez Leguizamón, Pepe Pérez García, José María Lizarralde, Alfredo Amarillo; además de Manuel Álvarez, Miguel Ángel Calandria y Jaime Puig Viñeta, los tres goleadores del último derbi entre vallisoletanos y leoneses que presenció entonces el Viejo Estadio José Zorrilla.
La espera, aún así, ha merecido la pena. Tras los dos derbis de auténtica locura y tensión que se han producido en suelo leonés, Zorrilla volverá a vivir este fin de semana el sabor de un derbi histórico al que de por sí no le faltan los alicientes y que estará condicionado por los últimos movimientos en el mercado de fichajes y el trasvase de jugadores del Pucela hacia el conjunto del Reino de León, la vuelta de Rubén de la Barrera a la que fue su casa o la polémica generada por el precio de las entradas. Muchas cosas han cambiado en los últimos 42 años, pero la rivalidad y la esencia de un enfrentamiento histórico prevalece. Y de qué manera.