Los peores presagios se confirmaban en la mañana de este lunes. Después de las pruebas realizadas al defensa central Deivid Rodríguez, que tuvo que retirarse en los primeros minutos del encuentro que disputó el Real Valladolid en el Nuevo Estadio de Los Cármenes de Granada, se ha confirmado que sufre una lesión en el cuádriceps que le tendrá apartado de los terrenos de juego por un periodo de entre tres y cuatro meses.
Ante este contratiempo, Luis César Sampedro no ha querido esperar más y ha comenzado a buscar soluciones a la ausencia del canario. Las primeras medidas adoptadas se pudieron ver en el primer entrenamiento de la semana para los blanquivioleta. De él formó parte Mario Robles, central del Real Valladolid Promesas, que se volvió a poner a las órdenes del preparador gallego, después de que iniciara la pretemporada con el primer equipo.
Sin descartar a Luismi Sánchez para esa posición, tal y como explicó el técnico en una rueda de prensa reciente, otra de las opciones que maneja pudo verse en el tramo final de la sesión. Mientras en un equipo formó en el eje de la zaga Mario junto a Fernando Calero, en el otro, se pudo ver a la pareja formada por Kiko Olivas y Javi Moyano, con Antoñito Regal y Borja Herrera en los laterales. Diferentes alternativas para un Luis César que ya se encuentra dándole vueltas a una posible solución al revés que ha supuesto la lesión de uno de sus hombres que más minutos han disputado en lo que va de campaña.