Pareja de baile durante muchas jornadas en el centro de la defensa, Kiko Olivas lamentó la lesión de Deivid Rodríguez: "Es una pena. No nos lo esperábamos. Decía que tenía bastante dolor, pero pensamos que se quedaría en una rotura muscular. Es un palo duro para el vestuario y para él. Le mandamos mucho ánimo".
Consciente de que llega en un mal momento por la marcha de Alberto Guitián, Olivas reconoce que estas situaciones son imprevisibles: "Es complicado el poder gestionar regularte en un partido. Vas al límite y no puedes medir ese aspecto". Ahora la defensa se queda en cuadro: "Centrales puros solo quedamos Fernando (Calero) y yo. Tenemos esa responsabilidad". "Hay que buscar alternativas por si nos pasa algo", dijo al respecto de las pruebas ejecutadas por Luis César Sampedro: "A principios de temporada estábamos cuatro y uno nunca entraba en convocatoria. Ha sido mala suerte".
El ex del Girona FC, además, todavía no está recuperado al 100% de la lesión que le impidió estar frente a la Cultural y Deportiva Leonesa. "Todavía estaba un poco renqueante. Es una lesión complicada que produce dolor. Tengo molestias, pero no me impiden jugar y entrenar".
Pero no sólo la enfermería protagonizó la comparecencia de Kiko Olivas, que también fue preguntado por la descoordinación en el gol del Granada CF: "Tenemos que corregirlo. Tiene que haber comunicación". Un tanto que supuso la derrota en el Nuevo Estadio de Los Cármenes y que la distancia con la promoción aumentase: "No nos fijamos en la clasificación. Ahora es anecdótico", puntualizó el malagueño.
Ya centrado en la visita de la Sociedad Deportiva Huesca, actual líder de LaLiga 1|2|3, Olivas tiene claro que un triunfo sería muy positivo para los suyos: "El de este viernes es un partido muy importante, clave. Una victoria serviría para demostrar que podemos ganar a cualquiera".