Desde los laterales

Uno de los mayores debates que existen en el mundo del fútbol es saber qué debe hacer un lateral en el terreno de juego. ¿Debe atacar o, simplemente, defender? El Real Valladolid conoce muy bien esta cuestión, ya que la presente temporada ha estado marcada por el rendimiento, las dudas y las posibilidades de sus laterales. Los carriles de la defensa son los que más páginas y minutos han ocupado desde el comienzo de la temporada. Ahora, con una línea defensiva asentada en las tres últimas jornadas, Luis César Sampedro está buscando otro objetivo bien distinto en sus cuatro defensas.

 
Si bien Fernando Calero, uno de estos protagonistas, aseguró tras el empate (0-0) en Alcorcón que la premisa pasa por "no encajar", la realidad confirma estas palabras. Los pucelanos quieren asegurarse no recibir goles para, después, buscar opciones ofensivas. Así se ha buscado un rendimiento muy definido y diferente de laterales. Ni Javi Moyano es Antoñito Regal, ni Borja Herrera, Nacho Martínez. Aunque en el estilo si se pueden parecer, sobre todo en el caso de los zurdos, en el rendimiento son muy diferentes. Lo son porque las premisas que salen desde el banquillo así parecen decirlo.
Si en verano y en los primeros meses de competición el lateral del Pucela estaba diseñado para tener una presencia ofensiva, es decir, sólo para atacar, en la actualidad la prioridad es otra. Pese a que se quiera que pueda generar superioridad numérica con el extremo y, por qué no, pueda pisar el área, como hizo Moyano este pasado domingo, la máxima de los laterales es la de defender. Ahora ya asumen cuál es lo primero en su puesto. Pese a su perfil, los laterales del Real Valladolid llegan al último tramo de la temporada sabiendo que su trabajo es defender.

Dos goles a balón parado

Su principal obligación es colaborar para que el equipo no encaje y si, después, pueden tener una oportunidad ofensiva, aprovecharla. El camino es contrario al del inicio de la temporada y así, sin casualidad, posible, la línea de cuatro blanquivioleta está ganado en consistencia.
Desde que el cuarteto formado por Javi Moyano, Kiko Olivas, Fernando Calero y Borja Herrera se ha asentado, el equipo no ha encajado ningún gol en jugada de elaboración. En los 270 minutos disputados, el Pucela sólo ha recibido tantos tras una acción a balón parado del rival, signo de que este equipo parece haber cambiado su mentalidad de juego desde la presencia, o no, de sus laterales.