Después de las numerosas pruebas llevadas a cabo en la mañana del jueves, Sergio González probó un único once en el entrenamiento de este viernes. El nuevo entrenador del Real Valladolid dedicó al balón parado casi todo el tiempo que duró el trabajo, lo que dejó sobre el verde de los Campos Anexos un equipo con petos azules que podía dar las primeras pistas de parte de lo que el catalán tiene en mente para recibir al Real Sporting.
Con las ausencias de Javi Ontiveros y Chris Ramos, cuya participación para el partido del domingo está en el aire, y las de los lesionados de larga duración Deivid Rodríguez y Toño Cotán, el técnico probó con una defensa formada por Javi Moyano, Kiko Olivas, Fernando Calero y Borja Herrera, un centro del campo compuesto por Borja Fernandez y Míchel Herrero, una línea de mediapuntas en la que estaban Pablo Hervías, Óscar Plano y Giannis Gianniotas, con Jaime Mata en punta de ataque.
Una alineación en la que se vería reflejada su idea de jugar con un doble pivote mixto, con un mediocentro defensivo y otro ofensivo, pero no así los dos delanteros que acostumbraba a emplear en su etapa en el RCD Espanyol. ¿Será la que el domingo se enfrente al conjunto asturiano o Sergio jugará al despiste? La respuesta se conocerá este domingo aproximadamente una hora antes del encuentro en el Nuevo Estadio José Zorrilla.