Míchel Herrero ganó importancia para Luis César Sampedro durante los últimos partidos del técnico gallego en el Real Valladolid y ha recuperado galones con la llegada de Sergio González. Titular ante el Real Sporting, apunta a estar en el mediocentro frente al Real Oviedo, donde vivió uno de los momentos más amargos de su carrera al no ser valorado por la afición asturiana. "Siempre es especial volver a los sitios donde has jugado, aunque quedan pocos compañeros. No fue la cosa como yo quería, pero se aprende de lo bueno y de lo malo. Tenemos una oportunidad tanto el Oviedo como nosotros. Tenemos los dos una final", dijo sobre su regreso al Nuevo Estadio Carlos Tartiere.
Con el tropiezo en el Nuevo Estadio José Zorrilla, el Real Valladolid se ha complicado la vida y tiene difícil acceder a la promoción. "Hasta que no haya opciones vamos a dar el 100%. Es un campo muy difícil y un rival más difícil aún. El más listo se va a llevar el partido", intentó llevar al viernes la rueda de prensa el valenciano, que también fue preguntado por el relevo en el banquillo: "Hubo un cambio de míster, pero no nos influyó. Nosotros lo dábamos todo con el anterior y también con éste. Somos los que estamos dentro del campo y los que defendemos la camiseta". En la línea de alguno de sus compañeros, quiso destacar el trabajo del grupo el pasado domingo. "Creo que la imagen y la entrega de todos fue excelente".
¿Se ve formando pareja con Luismi Sánchez en el centro del campo el viernes? "La semana pasada ya me probó, aunque al final jugué en la mediapunta. No sé dónde me pondrá y que querrá de mí, pero puede contar conmigo. Yo quiero jugar y ayudar", concluyó Míchel Herrero.