Toni Villa es el ojo derecho de todo el Real Valladolid. Del Club, de los trabajadores y de la afición. Es cierto que le costó entrar en el equipo, que no vivió una pretemporada muy buena y que hasta la llegada de Sergio González no se vio su mejor versión. Pese a todas estas etapas y trabas encontradas, el futuro del Real Valladolid pasa por el '19'. Todos lo saben y él así lo siente.
La realidad es que, ahora, todos confían en él, pero también es cierto que sólo las lesiones de los compañeros le llevaron a este punto de delirio que se vive con él. Nadie puede dudar de quién es y de lo que puede dar al Pucela, pero es cierto que sin las ausencias de Giannis Gianniotas y Javier Ontiveros en la victoria (1-2) ante el Real Oviedo, Toni no sería el que es ahora.
Aquel duelo cambió su situación y la perspectiva que se podía tener en él. Con Luis César Sampedro no llegó a cuajar. El gallego no le pilló el punto, pese a sus intentos por conseguirlo. Con todo, el primer míster del Real Valladolid no supo manejar bien al jugador. No lo supo explotar, algo que, indudablemente, Sergio sí consiguió.
No hay que olvidar cómo se produjo la oportunidad, pero como ésta existió, el jugador la aprovechó. Dejando claro que aún debe mejorar muchos aspectos de su juego que, inicialmente, le lleven a jugar partidos de forma completa, nadie en el Nuevo Estadio José Zorrilla puede dudar que el talento ofensivo del equipo pucelano lleva la firma de un jugador murciano que la temporada pasada tuvo que salir de Valladolid para cumplir su sueño.
Sus lágrimas tras el ascenso del Real Valladolid, y en el propio césped de Zorrilla, demuestran todo lo que ha sufrido y peleado el '19' por llegar a esta situación. Todas ellas se comprimieron esta temporada pero, ni mucho menos, todas llevaron la firma de Luis César.
La temporada de Toni, como la del Pucela, está marcada y definida por los últimos dos meses. En él, ambos han rendido a un nivel espectacular, casi inesperado y el resultado es el que es: una llegada a Primera que debe catapultar a ambos. El Pucela se debe hacer, de nuevo, un hueco en la élite y tiene que intentarlo con el protagonismo del murciano.