El Real Valladolid apenas ha podido digerir la alegría del regreso a Primera División y a la celebración de los 90 años de su fundación cuando se han disparado los rumores, no todos desmentidos, sobre la posible venta de un club revalorizado por el regreso a la élite y con una deuda asumible.Al interés del exfutbolista Ronaldo Nazário, del que se hizo eco la prensa deportiva española, se unió la dimisión del vicepresidente y consejero Jose Moro, quien en una carta pública informó de su renuncia sólo cinco días después del ascenso. Moro alegó una falta de compenetración y de valoración de su trabajo por parte de Carlos Suárez.
Tan sólo un día después de la carta, MARCA y Diario de Valladolid - El Mundo desvelaron el empeño en la compra del Club por parte del empresario mexicano Ernesto Tinajero, dueño del Nexaca de la máxima división azteca, uno de los principales accionistas de Liberbank y socio de varias bodegas de las denominaciones Ribera de Duero y Rueda, como te contó ElDesmarque.
El segundo de estos diario reveló además la existencia de un documento de preacuerdo que tasaba en 13 millones de euros el precio en el caso de que el Real Valladolid continuara en Segunda División y de 28 si lograba el ascenso, como finalmente ocurrió. Esta cifra es ligeramente superior a la deuda de la entidad, tasada en cerca de 23 millones pagaderos en cuatro años a la Seguridad Social y Hacienda, aunque el fijo por los derechos televisivos para los equipos de Primera ronda los 40 millones de euros.
Esta economía, reforzada por el regreso a la máxima categoría del fútbol español en una de las ligas más prestigiosas del mundo, ha disparado los rumores de una posible venta que en cierto modo alimenta la ausencia del presidente, Carlos Suárez, excusada desde el club por unos días de vacaciones, y la falta de noticias sobre la planificación de la próxima temporada.
El inesperado ascenso para directiva, jugadores, técnicos, aficionados y medios de información -el equipo deambulaba por la mitad de la tabla en una temporada mediocre cuando a mediados de abril se sentó en el banquillo Sergio González- obliga a una inmediata planificación deportiva y societaria de la que casi dos semanas después de finalizada la competición no se tiene noticia oficial.
Carlos Suárez, en una entrevista concedida a El Norte de Castilla, no ha desmentido la oferta del empresario mexicano. El actual máximo mandatario matiza que en caso de venta él será el primero en comunicarlo, no garantiza su asistencia al palco como presidente cuando se inicie LaLiga Santander y anuncia la intención de preparar un equipo en Primera "que sea lo más potente posible para que el club permanezca y sea más fuerte".
Sí ha admitido que en caso de haber permanecido en Segunda, él ya no sería el máximo accionista "porque no habría sido lo más conveniente para el Real Valladolid".
Los últimos avisos de la entidad blanquivioleta remiten a la situación contractual de los jugadores, 21 con uno o más años de vinculación con arreglo a la siguiente distribución: 16 del primer equipo, tres incorporados desde el Real Valladolid Promesas y dos que han regresado de sendas cesiones. Sólo dos finalizaron contrato, entre ellos el goleador Jaime Mata, y pendiente del regreso a sus clubes de procedencia figuran cinco cedidos que han vestido la camiseta blanquivioleta a lo largo de esta temporada.
De momento tampoco se ha informado sobre la campaña de abonados para la próxima campaña en la élite, donde disfrutarán de un carné gratuito los 9.013 abonados que el año pasado renovaron durante el periodo incentivado, que fijaba el compromiso de no pagar en la siguiente temporada si, como finalmente ha sucedido, el equipo volvía a Primera.