El Real Valladolid ya mira a la temporada 2018/2019. Tras el ascenso de categoría, Miguel Ángel Gómez y los suyos hacen cábalas y cuentas para diseñar cuál debe su plantilla para la próxima campaña. En ella, muy posiblemente, no entre Antonio Cotán, el que para muchos fue el fichaje estrella del último verano.
El centrocampista andaluz llegó al Nuevo Estadio José Zorrilla, con un contrato de tres temporadas, en una muestra de qué tipo de proyecto iba a conformar el Pucela. Con Cotán se confirmaba la idea de gente joven, de futuro, pero con peso y experiencia en la categoría. Todas estas premisas las cumplía Antonio Cotán, pero ninguna ha podido demostrarlas como pucelanos.
Sin grandes oportunidades en la etapa de un Luis César Sampedro que quiso contar con él desde su llegada y en sus primeros partidos, el final de su primer año en Valladolid terminó definido por su rodilla derecha. Si bien en el mes de abril se informó de la lesión, la recuperación de ésta no fue la correcta y el jugador tuvo que pasar por el quirófano en el mes de mayo.
Con todo, su primera experiencia lejos de casa y alejado del Sevilla FC se resume con unos datos muy pobres. 275 minutos ligueros, repartidos en ocho partidos y tres titularidades para acumular un total de 12 encuentros, tiempo para anotar dos goles coperos.
Elegido por los lectores de ElDesmarque Valladolid como el fichaje estrella del equipo pucelano para la recién finalizada temporada, el bagaje del jugador, en minutos, oportunidades y lances marcados por la lesión, no deja calificar su experiencia. No lo permite por el rendimiento, pero por el cumplimiento de las expectativas, mucho menos.