La llegada de Miguel Ángel Gómez el pasado verano, junto a la de Luis César Sampedro, provocó muchos cambios en la plantilla del Real Valladolid. Varias salidas y llegadas dejaron pocas caras conocidas de un año a otro. Casi por sorpresa y, sobre todo, por su peso y relevancia con Paco Herrera, el Pucela confió en Sergio Marcos y Ángel García.
Así, alcarreño y madrileño supieron que iban a continuar en el Nuevo Estadio José Zorrilla. Era una nueva oportunidad, pero una apuesta muy efímera en los pensamientos del entrenador gallego, sobre todo en el caso del '10'. El ex del Club Deportivo Lugo o el Villarreal CF se marchó en invierno sin debutar en competición liguera.
Mientras el peso del centrocampista fue inexistente, el de Ángel García fue llamativo. Tras el incomprensible caso de Nacho Martínez, el '3' disputó siete encuentros ligueros de forma consecutiva. Con ellos consiguió superar el número de minutos de la temporada pasada.
Pese a los 842 minutos disputados en la temporada, incluyendo tres participaciones coperas, Ángel salió en invierno, como Sergio Marcos, dirección a la Cultural y Deportiva Leonesa.
En el Estadio Reino de León ambos cumplieron muchos de los objetivos individuales pero no el grupal. Los 1.044 minutos del lateral y los 1.133 del centrocampista, sumándoles la participación goleadora de ambos, no pudieron evitar el descenso a Segunda B del equipo de Rubén de la Barrera. Con el disgusto vivido en el Nuevo Estadio de Los Pajaritos, Ángel y Sergio Marcos cerraron una temporada que arrancó con una 'renovación' en Pucela.