Nueve jornadas después, Sergio González se vio obligado a mover el centro de la defensa, hasta la fecha comanda sin alternativa por Fernando Calero y Kiko Olivas. Sin embargo, la lesión de este último en el Benito Villamarín forzó, 765 minutos después, un cambio en la citada posición.
Parece que fue al saltar al césped en el segundo tiempo cuando el malagueño sintió algo, si bien es muy posible que ya se hubiese retirado a vestuarios en el descanso con algún dolor y, pese a ello, quiso probar si estaba en condiciones de continuar. No superada la prueba, Sergio se vio obligado a dar entrada a Borja Fernández ante la ausencia de centrales "naturales" en el banquillo.
Está por ver el alcance de la lesión de Olivas, ante la cual al técnico tendrá que decidir si sigue manteniendo a Borja atrás o se la juega con Joaquín Fernández o el joven Salisu.