Con 30 años, más de 120 partidos en Primera división y más de 125 en Segunda, Míchel Herrero no se debe presentar. Ya se sabe cómo es, qué tipo de fútbol propone y puede ejecutar y cuál no. Por ello, su temporada se ha definido por el estilo que siempre ha caracterizado al '21' blanquivioleta. Dentro y fuera del Nuevo Estadio José Zorrilla
Hablar de Míchel es hacerlo de un jugador que es irregular. Tiene altibajos de rendimiento y no siempre es constante. Pese a ello, nadie duda en darle el balón cuando el equipo está exigido en circunstancias de juego ofensivo.
Míchel Herrero cierra la temporada con un total de 2.559 minutos, repartidos en 35 partidos. Tiempo para hacer un gol
De la misma forma que su temporada está marcada por la irregularidad, ésta tiene la justificación y la realidad de las molestias con las que empezó la campaña. Su lesión en el play off de ascenso en Gijón no le permitió terminar el curso pasado sobre el césped y sí empezar ésta muy marcado. Así se explica su irregularidad y se entiende que no fuera titular hasta la quinta jornada.
Sin ser casualidad, en sus primeras seis titularidades de la temporada, el Real Valladolid consiguió dos empates y cuatro victorias. En ese momento, Míchel estaba fresco, de mente y piernas, y el equipo lo notaba. La fluidez de juego era muy buena porque el equipo estaba a sus mandos.
Después llegaron meses de irregularidad pero siempre con detalles de calidad. Pases filtrados, grandes asistencias, liderazgo a balón parado y un gol determinante. ¿Qué hubiera sido de la temporada sin la victoria (1-0) ante el Girona FC? Aquella noche el gol de Míchel fue determinante como lo ha sido toda la temporada con su intermitente pero fiable juego y liderazgo.
Su peso ha sido innegable y es por ello que, ahora, su nombre está ahora en boca de todos. ¿Va a renovar el centrocampista valenciano? Miguel Ángel Gómez confirmaba esta semana que la renovación llegó a estar cerca en Navidad pero que se cayó. Ahora llega el momento de negociar para que siga de blanquivioleta el mejor jugador de los meses de noviembre y abril.
El equipo tiene que marcar su personalidad con un centro del campo solvente y recuperador,no jugar a trompicones como se ha echo toda esta temporada,Michel en lineas generales no a sido capaz de tener constancía con su intermitencía en el juego al igual que Alcaraz y esa ha sido la tónica durante toda la temporada,si quieres que un equipo funcione monta un centro campo recuperador y destructor no existe otra forma de lograr el dominio al equipo contrario, se debe de confiar en los cedidos.SIEMPRE PUCELA.