El todavía jugador del Real Valladolid Borja Fernández, en libertad con cargos por su supuesta implicación en el Caso Oikos, de amaños deportivos y blanqueo de capital, ha asegurado este miércoles a EFE que "no hay compensación posible a tanto sufrimiento innecesario".
Un caso que comenzó el pasado 28 de mayo, cuando la Policía se personó en casa del futbolista, recién retirado como profesional, e investigado por el partido entre el Real Valladolid y el Valencia CF, y se lo llevó esposado para que prestara declaración por su supuesta participación en amaños deportivos.
Aunque defiende que "el daño no se puede reparar", confía en que todo acabe "lo más pronto posible" para poder retomar su vida normal e iniciar una nueva e ilusionante etapa en el Real Valladolid, cuyo presidente, Ronaldo Nazário, ha mostrado su apoyo al futbolista. Borja ha detallado que se reunió con Ronaldo nada más salir del calabozo para "decirle, mirándole a los ojos, que era inocente y que los jugadores del equipo no habían hecho nada ni había ningún amaño posible en el último partido" que, además, era el de su retirada.
"Quizá, con el tiempo, sea capaz de encontrar algo positivo a esta situación, pero no cambio nada de lo que pueda venir en el futuro, a consecuencia de la misma, por los días que hemos vivido mi familia y yo", ha matizado el exjugador gallego, quien estudia la posibilidad de emprender acciones legales contra algunos medios de comunicación que le han "atacado sin más". En su opinión, "el fin nunca justifica los medios" y, el hecho de que al darle más relevancia a su persona, por ser el jugador más conocido mediáticamente, aumente las audiencias, "no da derecho a que se transmitan informaciones falsas que lo único que pretenden es buscar el morbo y alargar una implicación que no se sustenta por ningún lado".
Borja Fernández ha explicado que quiere seguir adelante y, a la espera de que se resuelva el caso, y ya ha celebrado "dos barbacoas" o reuniones con amigos, otra de las pruebas que formaban parte del sumario, ya que se celebró otra días antes del partido con el Valencia, para celebrar su retirada, antes de que la anunciara de manera oficial, y a la que acudieron varios jugadores.
El anfitrión de la misma, Keko Gontán, fue el único en declarar por el caso, ya que a otros compañeros se les citó en comisaría, pero, finalmente, no declararon, "lo cual es una evidencia más de que no había mucho donde rascar", ha añadido Borja, quien cree que la investigación "también pudo haber tenido en cuenta la reacción de la gente".
El exjugador ha agradecido que todos los que han tenido relación con él y que le conocen, le han mostrado su apoyo, y ese "cariño" recibido es lo que les ha permitido ir con la "cabeza alta" y defender hasta el final su inocencia, que confía en ver "muy pronto" en un titular para pasar página y dedicarse a un Real Valladolid que tampoco ha dejado de creer en él.